El Sombrerero

3.7K 291 24
                                    

[Pedido anónimo]

ADVERTENCIA: +18

—Repasemos el plan—dije caminando de lado a lado por la habitación. Kuina, Chishiya, Arisu y Usagi me miraban quizá pensando que en cualquier momento haría un agujero en el suelo—. Todos tienen un puesto y una función, ¿me estás diciendo que mi función es ser una prostituta?

—No me gustan las etiquetas—respondió Chishiya cruzando sus brazos por enfrente de su pecho—. Además yo no lo he dicho, ni fui quien lo propuso.

—¡Kuina!

—¡Dijiste que le tenías ganas! —se quejó cuando un cojín le dio justo en el rostro—. ¡Oye! Eres la que menos riesgos correrá, y te divertirás en el proceso. No veo por qué te quejas.

—Porque mi única función en todo el plan está reducida a acostarme con El Sombrerero.

—Sigo sin ver el problema.

Me tiré en un sillón y los miré furiosa y acusatoriamente. Arisu tragó profundamente.

—Escucha—dijo Chishiya colocando sus codos en sus piernas—. Si no lo distraes, ellos no podrán entrar a robar las cartas, Niragi estará encima de todos así que Kuina lo va a distraer lo suficiente como para robar un auto, esto es una mano cadena y necesitamos de tu ayuda, eres una pieza esencial en el plan.

No estaba del todo convencida y se los hice saber.

—Si lo haces te dejaremos conducir el auto.

—Hecho.

[...]

Me sentí ridícula vistiendo de la forma en que lo hacía. No era la primera vez que cruzaba aquellos pasillos con esa idea en mente, tampoco era la primera vez que lo hacía con El Sombrerero, pero jamás revelaría aquella información a mi grupo de amigos.

No quería que me tacharan de fácil, pero no buscaba otra cosa que no fuera placer.

—Mira lo que los juegos nocturnos trajeron—dijo el hombre cuando toqué la puerta de su estudio con los nudillos—. Pensé que desde la última vez cuando dijiste que no volverías sería definitivo, ahora veo que en realidad...buscamos lo mismo.

—Si estás intentando provocarme esa no es la forma.

—Pasa entonces, podemos perder el tiempo de otra forma—El Sombrerero tomó mi cintura atrayéndome contra su cuerpo.

Cerré la puerta aunque dejó un leve espacio donde coloqué una tarjeta, lo suficientemente oculta para que nadie pudiera darse cuenta, pero también logrando que entrar fuese sencillo para los chicos. El plan del robo apenas había comenzado

—Escuché a Aguni decir que...—un dedo recorriendo su pecho, uno de los puntos débiles del hombre frente a mi—, has estado solo, muy solo, esperando a que volviera y entonces...

—¿Entonces?

—¿Puedes mostrarme el jacuzzi del que siempre alardeas? —pregunté contra sus labios.

—Tus deseos son órdenes.

Nuestros labios se unieron con premura, besándose con intensidad y caminando torpemente hasta la habitación del sombrerero, hasta llegar a su baño donde descansaba el gran jacuzzi.

El Sombrero se quitó la bata y luego mi propio sostén, el agua masajeaba nuestros cuerpos haciendo todo aún más íntimo. Sus manos recorrieron mis pechos de arriba abajo. El agua estaba espectacular, caliente y muy agradable, no era tan grande pero podría acomodar fácilmente unas seis personas, allí estuvimos un buen rato, sabía que estaba por encima de los efectos de las sustancias que utilizaba, pero no me importaba. Siempre era mejor el sexo de aquella forma.

Me senté encima de él sintiendo su duro miembro rozar mi zona íntima, aquello me hizo soltar un leve jadeo que no hizo más que encender completamente al Sombrerero. Por un instante me acobardé un poco cuando fue casi inevitable callarme completamente, pensando en que los chicos se encontraban del otro lado de la puerta, pero mi mente se nubló cuando él tomó mis caderas para moverme encima suyo, frotándose contra mí. La luz es lo suficientemente tenue para hacer la atmósfera irresistible. Me besa el cuello dulcemente, sabe que eso me pierde. Le gusta empezar así porque sabe que me hace gemir.

Le pido que se siente en el borde para tener acceso a su gran pene. Empiezo jugando con la lengua, recorriéndolo despacito con la puntita, de abajo a arriba y al llegar arriba viéndolo fijamente termino por introducirlo por completo en mi boca.

Lo meto todo lo que puedo y luego juego con su puntita. Su temperatura sube. Sé que en cualquier momento me levantará y me hará apoyarme en el borde, con el trasero frente a él, y como me muero de ganas de que lo haga, hago mi trabajo más fuerte, con más ganas. Quiero ponerlo completamente, sé que me desea por los sonoros gemidos y jadeos que me está regalando. Y por fin, con un rápido movimiento del que apenas me percato, me encuentro mirando a la pared con su polla follándome, es imposible mantenerme en pie pero él me sostiene contra su cuerpo. Tenía tantas ganas de que lo hiciera, el hecho de que del otro lado están sacando las cartas y que esa quizá es la última vez que lo haga me pone aún más.

Él sabe cómo me gusta. Sabe que cuando estoy tan cachonda no quiero tonterías, ni delicadezas, solo que me folle, que me reviente, y así lo hace. Me da fuerte, me encanta, pienso en que no tardaría en correrse. Tengo que ser rápida en correrme, pero parece que su mente lee la mía porque comienza a estimular mi clítoris.

Inevitablemente pasa, me corro completamente, y él lo hace igual forma. Acaba fuera del jacuzzi y nuestras respiraciones vuelven a mezclarse cuando él busca mis labios nuevamente.

Cuando parezco haber recuperado un poco la cordura, me levanto diciendo que iré a por la coca que está en su mesita, él no reniega de aquello. Sabe que la necesito. En realidad la excusa va para revisar si Arisu y Usagi han terminado su trabajo.

Me cubro con su bata él no dice nada, parece no haberse dado cuenta.

Arisu aparece en mi campo de visión, completamente ruborizado y con la mirada perdida. Aquello me hace sentir un poco de vergüenza, pero eso pasa al enojo cuando Usagi niega.

—En la jodida pintura.

—Necesitamos más tiempo—pide, y yo la miro molesta.

—Les conseguiré más tiempo pero deben apurarse—les respondo tomando la bolsita con el polvo blanco de la mesa—. Salgan de aquí en cuanto terminen.

No responden y yo tampoco vuelvo a hablar, mi vista solo está enfocada en volver a la habitación a continuar aquello que dejé inconcluso.

Esperaba que el segundo round les diera el tiempo suficiente para encontrarlas.

One Shots|| 𝙰𝚕𝚒𝚌𝚎 𝙸𝚗 𝙱𝚘𝚛𝚍𝚎𝚛𝚕𝚊𝚗𝚍 [ᵖᵉᵈⁱᵈᵒˢ ᵃᵇⁱᵉʳᵗᵒˢ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora