devour me; sirius black

confuso

Michelle Neynet

Estaba sentada en mi cama, con las rodillas al pecho. Frente a mí la grabadora reproduciendo una canción lenta, parecían notas tristes, percibí el tono de melancolía de la cantante.

Pero no pensé mucho en eso, estaba nerviosa, mordía el interior de mi boca mientras los dedos de los pies se me arrugaban. Sirius no había salido de su cuarto por tres días, es habitual, pero no se sentía así.

El último mes salió con más frecuencia, le conté sobre eso a Harry y él sonrió con esperanza, pero en este momento parecía haberse todo ido al carajo.

Me preocupa, claro está, no quiero pensar lo culpable que debe sentirse por todo lo que pasó en la guerra. Después de ese día todo cambió tan de repente, pensé que no le afectaría tanto, pero me equivoqué y si lo hizo. Sirius no es alguien que se muestre débil o cariñoso, no demasiado.

Creo que ese es el motivo de su encierro generalmente.

Quiero ayudarlo, enserio, se lo dije varias veces, pero lo único que hace es ignorarme, y duele.

Por mi mente pasa un pensamiento fugaz.

¿Alguien me querría lo suficiente como para hacerme olvidar este dolor?

Mis esperanzas están puestas en Sirius. Pero claro, no parece demostrar el mismo interés.

No quiero ser egoísta pensando solo en lo que siento, soy consciente de lo que está viviendo, quizás cree que nadie lo comprende, pero yo quiero hacerlo, quiero entenderlo.

Mis pensamientos están muy enredados, estoy tan concentrada intentando darle una forma a esto, que de repente algo en mi cerebro se desconecta, y escucho como su puerta hace un sonido horrible al abrirse, está dos habitaciones más arriba de la mía, por lo que el ruido es claro.

Mi cuerpo se llena de intriga, y anhelo verlo. Me acerco a mi puerta y la abrí sin hacer ruido, por lo general todas las puertas de esta casa rechinan por su vejez, pero para la mía pude solucionarlo.

Cuando asomo la cabeza creo que vuelvo al pasado, no pasa ni un minuto que cierro frente a mi rostro.

Creo que él me escuchó, porque de inmediato tocan mi puerta —¿Michelle?— su pregunta se escucha a lo lejos y puedo percibir el temblor.

Estoy mirando la madera oscura, intentando asimilar lo que acaban de ver mis ojos.

Por favor, vete.

—Michelle —ahora, la dureza y enojo son obvios— ¿Estabas espiándome?

—¿Qué? Por supuesto que no, escuché algo y quería saber que pasó y te vi... —mi boca solía ser demasiado habladora cuando me encontraba nerviosa, pero pude controlarme no teniendo sus ojos sobre mí.

—Amm, perdón —habló tenso— Yo olvidé la toalla, perdón.

Y escuché sus pasos extenderse a otra dirección.

Suspiré mientras bajaba la cabeza, sentí mis piernas temblar como si acabara de dispersarse todo el miedo de mi cuerpo.

Acabo de ver a Sirius desnudo, otra vez, pero ahora sin nada, y de frente, por Merlín y la santísima madre. Creo que fue lo más escultural e imponente que pudieron ver mis ojos.

En esos cortos segundos en que sostuve mi mirada, me desmayé, reviví, se me cayó la baba, volví a desmayarme, volví a revivir y aparté los ojos.

No puedo creer que sea tan estúpida como para que me escuchara.

Esta vez no va a ser tan fácil, lo vi todo ahí abajo y él lo sabía... Merlín, ni siquiera tenía idea de cómo se llamaba esa parte.

Me siento realmente tonta.

¿Por qué nadie habla de eso? Suponen que lo sé, pero no.

Nunca vi algo así, y que la primera vez haya sido la de Sirius es algo muy confuso, porque siento culpa, pero a su vez me hubiera gustado tenerlo más de cerca, quizás, y siendo un poco atrevida, hasta tocarlo.

Pero según escuché hablar a compañeras del trabajo, ellas gritan su vida sexual como si nadie las escuchara y eso no me molesta, pero no las entiendo, en resumidas cuentas, dijeron que la parte masculina que acabo de ver de Sirius, da placer.

Y yo no lo sabía.

Quiero golpearme la cabeza contra la pared ¿Cómo se sentirá recibir ese placer?

Supongo que debe ser bueno, pero ¿cómo haces que él sienta placer?

Si, me estoy imaginando a Sirius, su cuerpo, ahora tonificado y fuerte, desnudo frente a mí, lo único que quisiera hacer con él es pasar mi boca por su pecho.

Debe ser abrumador lamer justo encima de sus tatuajes, siento como si me estuviera electrocutando mientras más pienso en eso.

En darle placer.