devour me; sirius black

interrupción

Michelle Neynet

Aprieto los labios y arrugo los dedos de mis pies con emoción acumulada en mi cuerpo. Hundo el vientre cuando sus manos tocan mis piernas, su piel es áspera y me agrada la sensación de desigualdad que genera con la mía.

—¿Alguna vez me imaginaste tan cerca de este lugar? —Sirius sigue arrodillado entre mis piernas, con los ojos en mi mientras habla con un tono un poco más bajo de lo normal.

Negué con la cabeza. Era verdad en parte, porque había imaginado sus manos tocándome, lo había imaginado a el sobre mi sumergiéndose, pero nunca hubiera pensado que podría poner su boca en mi vagina.

—Merlín. —suspira. Él apoya la mejilla en mi muslo interior, tan cerca de mi calor, que empiezo a respirar con irregularidad. Su barba es de una semana, por lo que me raspa, pero no me disgusta.

—¿Cómo se supone que vas a…? —pero no puedo seguir con mi intensión de apurarlo. Muerde mi piel suavemente y luego succiona, cuando se aleja un poco observo que la marca de sus dientes es perfecta como se ve. — ¿Por qué hiciste eso? —pregunto casi sin aire.

—Para recordarte este día. Para que haya algo que constate quien te hizo disfrutar. —responde, se relame los labios a la vez que sube sus ojos a los míos. Sus dedos se acercan al borde superior de mi braga, cuando uno se enrueda en la tela para intentar bajarla siento mucho calor y vergüenza. Sirius Black esta por verme desnuda.

¿Esto es un sueño o una pesadilla?

Escucho un gruñido cuando ya no siento la tela cubrirme, solo su aliento soplando mi calor.

—Vello —susurra asombrado, curioso diría.

—¿Debería estar ahí también? —suelto la pregunta que me tuerce en la garganta.

—Si, linda. Es normal que haya aquí. Acabas de hacer que desee más esta cosita que cualquiera en el mundo. —sus palabras hacen que me sienta vivaz. Me quito de un movimiento rápido el sujetador del bikini dejando a la vista mis pechos.

Sus ojos son rápidos al escanearme, me sacudo cuando se abalanza sobre mi hasta quedar entre mis muslos.

—Tu cuerpo me va a provocar un infarto —susurra antes de besarme.

Sujeto su cabello con ambas manos para  intentar manejar los movimientos descontrolados que Sirius hace. Su boca era ruda, incluso su lengua se hacía espacio para participar, era como si intentara demostrar su impulsividad o su fuerza, debido a que su cuerpo grande estaba sobre el mío apretándome contra el colchón. Sentí como su miembro se frotaba contra mi, y era en el punto perfecto porque solo podía pensar en gemir y suplicarle que haga algo más.

Mis piernas se enredan a su espalda baja, logrando una mejor fricción entre nuestras partes.

—¡Oh! —gimo, atónita cuando suelta mi boca y su cabeza baja hasta mis pechos, allí una de sus manos aprieta uno y con su boca succiona el otro. Inmersa en el nuevo placer que siento, me arqueo, me muevo de un lado a otro buscando un contacto más profundo, más íntimo. Su lengua juega con mi pezón humedeciendo mi piel, mientras que al otro le da un trato más agresivo, apretando y tirando.

—Tu cuerpo es hermoso, Mich. Quiero complacer cada parte… —jadea desprevenido cuando hago movimientos seguidos con mis caderas. — Vas a hacer que me venga y ni siquiera he podido probarte…

Niega con la cabeza, distingo una sonrisa perversa en sus labios. Sus ojos se mueven a mis pechos, su mirada no deja duda de que soy el objeto de su deseo. Su mano izquierda aun sujeta mi pecho pareciendo que intenta recomponerse con el simple tacto del mismo. Mientras que su otra mano me sorprende dándome una palmada, ese golpe hace que mi estomago se derrita, disfrutando incluso ese gesto observo mi pezón endurecerse.