¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
★
COMO OBTUVO EL NOMBRE DAMA ROJA, ese era su peor recuerdo y el que más la perseguía. No era cuidadosa, si su misión era matar ella mataba. No le importaba quien se interpusiera en su camino, iba a terminar en el suelo con un charco de sangre debajo. No se preocupaba en mantener un perfil bajo o esconder el crimen, así fue como rápidamente se transformó en una leyenda. Dejando litros de sangre en cualquier lugar que pisara. Cualquiera, al ver su rostro y traje cubierto en salpicaduras de sangre, ya sabía su destino.
Siempre se levantaba con el abrumador sentimiento de estar cubierta de sangre, sintiendo la necesidad de limpiarse y purificarse. Al llegar al baño miraba la aterradora imagen en el espejo: ojos pintados de negro, que pronto, cuando lo lavaba, se convertía en rojo. Metiéndose, sin importarle seguir teniendo su pijama puesto, paraba bajo el agua fría hasta que viera su cuerpo empezar a ponerse azul del frío. Si no fuera por el suero del súper soldado, ya hubiera llegado al punto de una neumonía.
El dolor del frío le daba una sensación de confort.
Louise únicamente le nombraba la pesadilla a Bucky, jamás se metía en profundidad sobre lo que le causaba. Tampoco era algo que Bucky cuestionara, sus pesadillas también lo afectaban y dejaban un sentimiento que, probablemente nunca se iría. Este era miedo hacia si mismo, culpa y arrepentimiento. Aunque la parte buena de su cerebro le repitiera que no era él, que era el Soldado del Invierno, que fue lo que HYDRA creó y le obligó a hacer. La parte mala de su cerebro, la que él consideraba real, siempre ganaba.
Había cierta hipocresía que ambos manejaban, al sentirse culpable por lo que hicieron pero creer completamente inocente al otro por lo que les hicieron hacer. Aún así nunca se reconfortaban al otro de esa manera, era escucharse y entender su única manera de reconfortar.
Ambos vivían con el miedo constante a descontrolarse. Si bien, podrían defenderse, tampoco sería una pelea muy pacífica, todo lo contrario. Y la simple idea de lastimar al otro era otra pesadilla.
No tenían control de su mente y lo que más le aterraba a Bucky era su brazo de metal. No solo por el hecho de que siempre fue su arma principal para lastimar personas inocentes, era un peligro para la vida de Louise. Siempre usaba manga larga y guantes aunque estuvieran solos en el departamento.
Las ocho palabras, no era lo único que abría la parte más oscura de su cerebro. Si bien, este era usado por los científicos y soldados de HYDRA para tenerlos a su completa disposición en el momento que quisieran. Su cerebro podía traicionarlos por una mínima de segundos sin necesidad de un tercero que los manipule.
