Al ver parejas jóvenes radiantes de amor cuando se encuentran nuevamente después de varios días, entregándose abrazos y besos prolongados me regocija, me devuelve la gloria que perdí.
Adolescentes que se trazan metas en la vida, que aún creen en la pasión, la entrega desinteresada, ingenuidad desenfrenada de intercambios de líquidos corporales sin egoísmos y restricciones.
Viven como si hoy fuera su último día en la tierra. Desde que amanece hasta que ponen sus cuerpos en reposo profundo en sus camas o en otro sitio durante la noche, juegan a ser adultos.
Edad que no se piensa con la mente, sino con el corazón. Caminan como si estuvieran flotando en el espacio, la fuerza de gravedad perdida, alejándolos más y más del suelo natural que los reclama.
Qué disfruten respetando las normas coherentes establecidas de sociedad. Los años pasan rápidamente sin darnos cuenta, nos convertimos en adultos y cuando volvemos abrir los ojos, somos ancianos.
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La vida en versos.
PoésieMediante letras y vocablos se reflejan vivencias personales, de seres humanos que me rodean y de la naturaleza. Reflexiones, pequeños relatos a través de poemas, mi manera de ver al mundo.