ONCE

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Massimo

Han pasado unos días desde nos mudamos al viñedo. No ha vuelto a haber ningún incidente desafortunado. Aunque cada mañana, me despierto con Yelena en mis brazos. No sé cómo llega ahí. Sólo me he despertado una vez con la pesadilla. He notado una mejora en eso, creo que es gracias a ella. Hoy es viernes, estamos esperando a que Dmitry, Lina y las gemelas lleguen. Yelena se sienta junto a mí en el jardín delantero. Últimamente nos estamos llevando mucho mejor, me ha contado muchas cosas sobre ella y yo le he contado sobre mí. Sólo las cosas buenas. Ha insistido en ayudarme a bañarme, pero me sigo negando. No quiero que vea mi espalda y haga preguntas. Paso mi brazo por encima de sus hombros. Ella apoya la cabeza en mi pecho. Cuando estamos así parecemos un matrimonio real, pero debo recordarme a mí mismo que esto tiene fecha de caducidad. Tengo que dejarla libre. Aunque me esté enamorando de ella.

-Estoy deseando de ver a mis hermanas, nunca he estado tanto tiempo separada de ellas- dice Yelena.

-Pronto estarán aquí, Enzo se fue hace rato al aeropuerto.

Le doy un beso en la cabeza. Yelena se tumba y apoya la cabeza en mis piernas. Mira hacia el cielo y luego me mira a mí.

-Tus ojos son del mismo color que el cielo- dice.

Sonrío. Acaricio su cara con mi pulgar. El sonido de un coche entrando en el viñedo interrumpe el momento. Yelena se levanta de un tirón. Me ayuda a ponerme de pie. Sale corriendo hacia el coche cuando se detiene. Las gemelas se bajan de él y corren hacia Yelena. Ella se arrodilla y abre sus brazos.

-¡Sestra!- gritan a la vez.

-Mis pequeñas- dice Yelena mientras las abraza.

Le da besos por todos lados. Dmitry y Lina se acercan a ellas.

-Te hemos echado mucho de menos- dice una de las niñas.

-Anna dijo que ya no nos querías y que por eso te habías ido- dice Kira.

Me acerco a ellas.

-Nunca os dejaré de querer- dice Yelena.

Luego me mira y se pone de pie.

-Anna, Kira- las llama- Este es mi amigo Massimo.

Kira frunce el ceño.

-No es tu amigo, es tu esposo. Te casaste con él- dice la niña.

Dmitry y Lina se ríen. Yelena me mira y sonríe.

-Sí, también es mi esposo. Y mi amigo.

-¿Se pueden ser las dos cosas?- pregunta Anna sorprendida.

Sonrío.

-Sí, se pueden ser las dos cosas a la misma vez- le digo.

-Niñas, ya saben lo que les dije. Tienen que hablar en italiano para que la abuela las entienda- dice Dmitry.

Anna y Kira asienten a la vez. Yelena toma a ambas de la mamo, poniendo una a cada lado suyo. Entramos dentro de la casa. Dmitry me da una palmada en la espalda.

-Veo muy bien a mi hija, parece más... Feliz. Hacía mucho que no la veía así. Gracias, Massimo.

-No tienes que agradecerme nada, ha sido ella sola.

-Estoy seguro de que has tenido algo que ver.

Génesis y Alessio aparecen con Gabriella. Cuando Anna y Kira ven a mi sobrina, salen corriendo hacia ella. Vamos hacia el jardín trasero, en cuanto estamos allí me siento y apoyo la pierna en la mesa de café. Hago un gesto de dolor, he estado demasiado tiempo de pie. Yelena se acerca a mí y se sienta a mi lado.

NO MATARÁS #2 [Disponible en físico]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora