VEINTINUEVE

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Massimo

Yelena y Génesis entran en otra tienda. La nonna descansa junto a la fuente, tiene a Gabriella con ella. Mi sobrina mira el agua caer del techo asombrada. Alessio está a mi lado apoyado en el escaparate. Lleva las bolsas con ropa de su esposa e hija. Yo llevo las de mi esposa. Se ha comprado tantos vestidos que no creo que llegue a usarlos todos. Mi tarjeta va a jubilarse después del día de hoy, pero sólo con ver su cara de felicidad merece la pena gastar cada euro. Yelena le ha comprado algunas cosas a Lucía, aunque al principio se negó por el precio. Yelena insistió y terminó aceptando. Mis ojos detectan movimiento en la tienda de enfrente, niego con la cabeza.

-Alessio- digo.

-Lo he visto.

Nos reímos a carcajadas. Lleva un sombrero homburg negro, un traje de tres piezas negro y unas gafas de sol. Si pensaba que no iba a llamar la atención así, se equivocaba. Enzo se esconde, muy mal, detrás de un maniquí. Un hombre de su tamaño es imposible de esconder tras un maldito muñeco. Pero en su mente parece funcionar.

-No sé qué voy a hacer con él- dice Alessio.

Parece cansado. Debe estarlo, lo que Enzo ha hecho es una locura. La mayor de sus locuras.

-¿Qué haría papá?- pregunta mi hermano.

-Matarlo.

Alessio se ríe.

-Nunca nos tocaría. Jamás le dijo nada a Luca y era peor que Enzo.

Tiene razón, nuestro padre nos amaba. Las mujeres salen de la tienda, traen más bolsas con ellas. Están riéndose y hablando de lo que han comprado. Cojo las bolsas de Yelena, Lucía deja la suya en el carro de Gabriella.

-Gracias- me dice.

-¿Por qué?

-Por regalarme todas estas cosas.

Le doy una sonrisa.

-El dinero está para gastarlo y tengo más del que podría gastar en cinco vidas.

Rodeo sus hombros con mi brazo libre. Se oye un sonido fuerte en la tienda donde está mi hermano escondido. Miro hacia allí de reojo, el maniquí está tirado en el suelo. Una mujer discute con mi hermano mientras él le pide que guarde silencio. Veo a Alessio reírse.

-Vamos- le digo a Lucía.

Génesis nos guía hacia otra tienda, esta vez es una para bebés. Yelena se queda en la puerta. Lucía entra con Gabriella en sus brazos.

-¿Por qué no entras, kotenok?- pregunto a mi esposa.

Ella se encoge de hombros. Dejo las bolsas en el suelo al lado de la nonna. Tomo a mi esposa por la mano y nos llevo adentro de la tienda. La llevo a un estante donde hay ropa muy pequeña. Agarro un body enterizo color blanco, parece de invierno. Gabriella suele llevar estos.

-¿Te gusta este?- pregunto.

Yelena me mira insegura.

-Es demasiado pronto.

-Yelena vamos a tener un hijo sí o sí, podemos comprar algunas cosas ahora. Vamos mira todo lo que quieras y cómpralo.

-Ese es para bebés de tres meses- dice Génesis.

Agarra uno más pequeño y se lo entrega a mi esposa.

-Este es para recién nacido- dice guiñándole el ojo.

Yelena observa la prenda que tiene en sus manos. Sus ojos brillan por la ilusión.

-Es tan pequeña y delicada- dice.

NO MATARÁS #2 [Disponible en físico]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora