NO MATARÁS #2 [Disponible en físico]

EPÍLOGO

Massimo

19 años después

Agarro a mi hijo mayor y a su primo por la parte de atrás del cuello de sus camisas.

-¿A dónde creéis que vais?- le pregunto.

Llevo toda la noche pendiente de ellos, cuando León y Sasha se juntan es porque no están tramando nada bueno. Lo que me extraña es que Luca y mi otro hijo no estén con ellos. Deben andar cerca.

-Sólo estábamos... Mirando- dice Sasha.

-Mirando- repito.

-Sí, tío Massimo- contesta León fingiendo inocencia.

-¿Dónde están Luca y Andreas?- pregunto.

León y Sasha se miran.

-Quiero una respuesta. Ahora- digo con firmeza.

-Vale, pero suéltanos- dice León.

No confío en ellos. Los conozco bien. Si los sueltos van a salir corriendo.

-Gabriella os necesita esta noche- digo, miro a mi hijo- Eres el próximo consegliere, compórtate- luego miro a León- Y tú vas a ser la mano derecha de tu hermana, el Don de Calabria. Tu hermana ha tenido la bondad de conservar ese cargo sólo para ti. Y así se lo estáis pagando. Mirando a mujeres a las que podáis follar. No esta noche. Es la noche de Gabriella y no se la vais a joder. Vamos, par de stronzos.

Los empujo hacia el interior del salón. Gabriella está junto a su padre. Alessio nos mira con el ceño fruncido, niega con la cabeza.

-Te los encargo, tengo que ir a buscar a Luca y Andreas- digo.

Alessio asiente. Veo a los muchachos levantar las manos en señal de rendición cuando mi hermano los amenaza con la mirada. Mi esposa aparece frente a mí agarrando por los brazos a Luca y Andreas. Parece enfadada, muy enfadada.

-¿Qué han hecho?- pregunto.

-Se estaban intercambiando a una mujer, la hija del capo de Piemonte- dice mi mujer.

Me froto la cara con la palma de la mano. No puedo creer que mis hijos y mis sobrinos sean tan estúpidos. Miro a Andreas y luego a Luca.

-¡La hija de un capo!- digo elevando la voz.

Luca y Andreas se estremecen.

-¿Os la habéis follado?- pregunto- Juro por Dios que si alguno de vosotros se la ha follado lo mato.

-Sólo nos besábamos- dice Andreas.

-No se lo digas a mi padre, tío Massimo- suplica Luca.

Niego con la cabeza.

-Marchaos con Gabriella, os necesita- ordeno.

Yelena los retiene. Andreas mira a su madre con precaución, sabe que no le gusta que se aproveche de las mujeres.

-Mamá, lo siento. No volverá a pasar- dice mi hijo.

-Si os vuelvo a ver cerca de una mujer esta noche os castro- amenaza mi mujer con una sonrisa.

Luca y Andreas tragan grueso, casi puedo verlos temblar. Frunzo los labios en una fina línea para aguantarme la risa. Yelena los deja ir, casi salen corriendo lejos de mi mujer. Yelena rodea mi cintura con sus brazos.

-Los tienes atemorizados, kotenok- digo riéndome.

-Como debe ser. ¿Qué vamos a hacer con ellos?

-Amarlos, no nos queda otra.

-¡Papá!- grita Milena mientras se acerca a su madre y a mí.

Nos abraza a ambos con sus delgados brazos. Le doy un beso en la cabeza a mi hija. Es la viva imagen de su madre. Pelo oscuro y ojos azules. Sasha y Andreas tienen el pelo oscuro y los ojos azules como Yelena y como yo. Aunque, Andreas y Luca, bien podrían ser gemelos de madres diferentes.