Capitulo 11

267 27 20
                                    

Son casi las 8:00am y no he podido dormir nada... me resulta imposible. Los pensamientos me torturan, pero hay uno en especial que no me deja cerrar los ojos; haber dejado ir a Alex. Me siento tan impotente al saber que no puedo regresar el tiempo y haber impedido todo esto, absolutamente todo... así tal vez, todo cambiaría.

-¿Estas despierta?- escucho a Zoe.
-Algo así- respondo
-Bien- dice y escucho como se levanta de la cama- ¿Quieres ir a correr?
-¿Qué?
-Sí, yo todos los sábados salgo al parque, ya sabes...
-Vaya- digo sentándome- Pero no tengo ropa deportiva.
-¿Nunca has corrido?
-A excepción de correr para alcanzar el autobús, no... no lo he hecho.

Ríe

-Vamos, yo te presto- dice jalándome del brazo- Sera divertido.
-Ok- respondo- Iré al baño.
-Date prisa.

Asiento y tomo una toalla para darme una ducha. Extraño el baño de mi recamara, no hay nada como tu propia casa, pero bien... ahora esta es la mía y no puedo hacer nada.
Luego de unos minutos dejando que el agua tibia callera por mi espalda y brazos, salgo de la ducha y me visto con la ropa que me ha dado Zoe.

-¿Lista?- pregunta
-Lista- confirmo saliendo del baño.
-Vaya, te queda mejor que a mí- dice mirándome de arriba a abajo- Lleva tu celular para escuchar música, así te relajas más.
-Bien.

Tomo el celular y los auriculares; salimos de la recamara, para empezar a dirigirnos hacia el parque. Cuando salimos de la universidad, observo todo... no se ve como cuando sali hace unas horas destrozada, ahora hay luz y todo parece mágico.

-¿Preparada?- pregunta poniéndose los auriculares en sus oídos.

Asiento imitándola y en menos de unos minutos nos encontramos trotando hacia el parque. Voy escuchando: Animals de Maroon 5 y siguiendo de cerca a Zoe.

Jamás he hecho este tipo de cosas, en este momento estaría leyendo un libro en mi recamara o enrollada entre las sabanas... esto parece tan simple, pero vaya que tengo mala condición física.

-Espera- digo poniendo una mano en su hombro y al mismo tiempo recuperando el aliento.
-No me digas que ya te cansaste- dice aun moviendo sus piernas.
-Bien, no te lo diré...
-Vamos- ríe- Es un simple movimiento de piernas, no hace daño.
-Para ti- digo retomando mi posición- Esto es casi un infierno y ni siquiera llegamos al parque.
-Ya estamos cerca- dice haciéndome una señal para que sigamos corriendo.

Refunfuño y empezamos a trotar nuevamente.
Luego de cruzar algunas avenidas, bastante circuladas, llegamos al glorioso parque.

Es hermoso, más arboles de los que había visto jamás en un mismo sitio, es como adentrarse a un bosque, algo así como perfecto. Hay una gran fuente en lo que sería el centro del lugar y varios tipos de flores alrededor, sin dejar de lado los caminos para las personas.

-Es hermoso- menciono
-Es aún más bello cuando corres a su alrededor- responde ella y seguimos corriendo.

Ahora el aire es diferente, más fresco; expresa tranquilidad.

Luego de unos minutos corriendo, aún no hemos cruzado ni la mitad del parque, pero no me arrepiento, la vista es hermosa.

Siento el horrible cosquilleo en mi cuello, lo cual siempre me ha indicado que alguien me mira y muy detenidamente; vuelvo mi vista hacia atrás, sin dejar de correr, pero no veo absolutamente a nadie.

Sacudo mi cabeza y alejo la sensación.

Me siento sudorosa y casi sin aire, no hemos parado en ningún instante, pero lo bueno de esto es que ya hemos terminado el recorrido. Miro a Zoe, quien se quita los auriculares y ella me sonríe.

Escapando nuevamenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora