Capitulo 20

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¿Por qué la realidad tiene que ser tan cruel? ¿Es necesario todo esto? ¿Cuándo acabara todo esto? Empiezo a pensar que nunca, que esto durara para siempre... y pensar en eso me mata, me mata pensar que nunca voy a poder estar tranquila.

-¿De qué hablas?- mascullo
-Si- dice mirando sus manos- Todo comenzó cuando llego hace un año, con George. Él me parecía hermoso, y no lo digo solo por su apariencia- agrega con una sonrisa triste- Se notaba que era cariñoso, especial... único, ¿sabes? Pero se notaba a kilómetros que no estaba bien, que algo lo tenía mal... Una vez le pregunte, pero solo evadió el tema y pues... desde ese momento no le hable mucho, pero aun así sentía una conexión elevada por él- sonríe.

Simplemente, las palabras no me salen.
Su mirada la delata, con solo mencionarlo sus prodigiosos ojos se iluminan, haciendo juego con la luz de la luna.

-¿Y tú? ¿Cómo lo conociste o porque has dicho eso?- me mira.
-Yo... lo conocí hace un poco más de un año- respondo aclarándome la garganta- Es el hermano de mi mejor amiga, la cual se parece un poco a ti- agrego recordando el increíble cabello rojizo de Miranda- Él y yo... bueno, lo lastime. Él me quería mucho, pero yo estaba escondida dentro de mi propios pensamientos y decidí querer a Erick, el cual termino lastimándome a mí- digo y un nudo se forma en mi garganta- Siempre me digo lo mismo, siempre lo pienso; que una persona puede armarte y desarmarte con una sola acción o palabra, y... yo parecía un juego de legos, es solo... ilógico.
-Es como las estrellas y la luna, ¿no? Como la lluvia y la nieve. Todos unidos por una misma cosa- me mira- Te diré algo; soy muy mala pensando este tipo de cosas, pero lo que si se es que, es mejor estar sola por las razones correctas, que estar con alguien por las razones equivocadas.
-¿Qué quieres decir?
-Que por algo no están juntos, como por algo no tengo oportunidad con él. Piénsalo.

La miro tratando de encontrar otro tipo de respuesta en su expresión, pero no, tiene razón.

He aprendido que para sanar una herida, hay que dejar de tocarla, pero a veces resulta tan imposible que la herida se profundiza aún más y tarda más en cicatrizar. Amanda me había mencionado algo hace mucho tiempo; que el amor es como una liga elástica, la cual mantiene unidas a dos personas. Si alguna de ellas la suelta, el latigazo lo recibe quien aún sigue atado.

Escucho mi celular y me levanto rápidamente para tomar la llamada.

-¿Hola?- digo una vez colocado en mi oído.
-Rachell, ¿te desperté?- escucho a George del otro lado del celular.
-No, tranquilo... ¿Qué pasa?
-Es que- dice aclarándose la garganta- No podemos ir hoy al lugar que tenía planeado, tengo un compromiso al cual no puedo faltar.
-No te preocupes, ve a donde tengas que ir.
-Espera- dice- Quería preguntarte si querías acompañarme, es solo que... no me gustaría ir solo.
-Amm... ¿De qué se trata?
-Pronto lo sabrás- responde y noto que su respiración esta agitada.
-¿Es formal?
-Sí, no tanto... pero si- dice inmediatamente- ¿Aceptas?
-Claro.
-Bien, paso por ti a las 7:00am.

Antes de que le pueda responder, cuelga.

Miro la hora en el celular y me doy cuenta de que son las 5:53am.

-Zoe- digo volviéndome- ¿Tienes ropa formal?
-¿Para qué?- responde levantándose.
-No se específicamente.
-Bien, tengo algo que dará en el clavo.

Ella se acerca a su pequeño armario y busca entre sus cosas.

Luego de unos minutos, pone sobre la cama una falda roja, una blusa color crema, un saco largo (lo siento, olvide su nombre) con botones, unos lindos zapatos de tacón negros y una bella cartera color crema. (Multimedia)

-Te quedara perfecto- sonríe mirándome.

Me limito a sonreírle.

Tomo las prendas y entro al baño. Luego de una ducha me coloco la ropa y salgo del baño.

Escapando nuevamenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora