08

430 45 8
                                    





¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.






San no sabe qué hacer. En el siguiente mes, Wooyoung adelgazo aún más, no come como antes y suelta tontas bromas que solo lo hacen preocuparse.

No es el único que le ha mencionado sobre su bajo peso y tampoco el único que ha intentado hablarle, pero no puede hacer mucho cuando la empresa acepta gustoso el cambio del menor.

Por está razón, San en aquel día fue preparado para el entrenamiento.

Luego de duras horas de práctica llegó el momento de comer, cada uno tomó sus propios platillos, algunos sentándose acompañados y otros un poco más lejos, como por ejemplo Wooyoung quien se sentó en el piso de piernas cruzadas en la esquina de la sala.

San buscó una lonchera que trajo directamente de la casa a parte. Se acercó al ahora pelinegro como él y lo acompañó sentándose a su lado.

Lo ve comer la ensalada con cierto desgano, como si no quisiese.

Colocó la nueva lonchera en frente del menor, el cual le miró con confusión.

—San, estoy haciendo dieta. Si eso es...

—¿Sabes lo que significa la palabra "dieta"? No soy científico pero definitivamente su sinónimo no es "dejar de comer" —le atacó directamente un tanto harto por la situación —Solo cambia las comidas que comer. Las ensaladas son buenas y están bien pero... —acercó sus manos al envase y lo abrió demostrando una lonchera con varias divisiones, en un espacio hay arroz, en otro carne asada y en otro una manzana picada —Debes acompañarlo con fibras, carbohidratos, vitaminas y aunque sea un poco de calorías o si no, terminarás realmente enfermo. Nada de esto engorda, cómelo. Debes comer de esta forma, lo digo por ti.

Woo mira la comida y luego posa sus ojos en el contrario, el cual lo ve con sus oscuros iris profundos llenos de una preocupación notoria. Se sintió cálido como si no estuviera enfrentando aquella situación en soledad.

—Pero no habría adelgazado tan rápido —esbozo una sonrisa triste y negó —Hice lo mejor que pude hacer.

—No adelgaces más, estás perfecto así —apresuró a decir, posando una de sus manos en el hombro ajeno, intentando mostrar todo su apoyo.

Woo solo suelta una leve risa un tanto agria —Entonces ¿Por qué me siguen llamando cerdo? Sé que intentas ayudarme pero...

—¿Quién te llama cerdo? ¿Hablas de las personas celosas y envidiosas de tu cuerpo? Eres hermoso y no necesitas prestarle atención a ningún comentario como esos.

El menor lo mira con cierta sorpresa, San suena tan seguro que no parece estar mintiendo. Su corazón late y siente algo inexplicable en su interior. Era como si... No importase lo que dijesen los demás, la opinión de Choi es la más importante.

Quería creer en él y apoyarse en sus palabras.

Adora comer, es de sus pasatiempos favoritos pero ha intentado como puede controlarse. Siempre que come en cámaras lo llaman "Cerdo", antes no prestaba atención en aquellos comentarios de odio pero es inevitable. Se repiten día tras día, no verlos es imposible.

Algo en su pecho quema y le lastima. El picor de sus ojos es tan fuerte que en cualquier momento cree que soltará su contenidas lágrimas.

—¿Y si... Y-Y si dejan de a-amarme? —cuestionó en un hilo de voz tembloroso e inestable. —¿Si n-nadie m-me quiere? ¿Y si... —y cuando menos se dió cuenta, hizo lo que más odia hacer, llorar como un tonto, llorar como un maldito débil.

Las lágrimas se deslizan por sus delgadas mejillas y caen encima de sus pantalones, no atreviéndose a levantar la cara.

Verlo así, afecta emocionalmente a San de sobre manera. Tanto así, que sin pensarlo mucho extendió su mano y con suavidad, roza sus dedos contra aquella mejilla limpiando sus lágrimas mientras a su vez, le propicia delicadas caricias de consuelo.

—Siempre habrán personas que te odien, eso nunca cambiará. Pero hay miles de personas más que te ama. Y aun cuando el mundo entero decida odiarte, yo nunca dejaré de amarte —hablo bajo y dulce, cuando los ojos del moreno se conectaron con los suyos, se dió cuenta de lo que habla soltado. Con un rubor coloreando sus mejillas aclaró —Ateez siempre te amará y estará contigo. Así que nunca estarás solo.

—Gracias... —murmuró y aún cuando sus ojos están rojos y sus mejillas húmedas, esboza una sincera sonrisa llena de agradecimiento.



«Cuando creas que estés solo, recuerda que a tu lado siempre estaré yo acompañándote»






«Cuando creas que estés solo, recuerda que a tu lado siempre estaré yo acompañándote»

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

🥺❤️












Friend's Love - WoosanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora