SANGRE DEL DRAGON ( Aemond Targaryen )

44

Aemond se levantó al alba y fue a hablar con su padre. Estaba cansado de aquella situación. El guardia le permitió la entrada, pero al parecer ya había gente en su compañía.

—Aemond, hijo — el rey le tendió la silla —¿ Qué te trae por aquí? Luke y Rhaena me han dado una excelente noticia.

Aemond miró a Rhaena y sabía a lo que se refería.

—Felicidades —dijo sin más.

—¿ Te puedo pedir un favor? —Aemond nego y Lucerys rodo los ojos —No le cuentes nada a Daella, quiero que lo sepa por mi cuando ella haya superado todo...

—Se pondrá peor si le mientes — la miro —Pero respeto su decisión — se levantó de la silla —Nos vemos después, padre.

Salió de ahí y se fue en busca de Criston Cole, necesitaba liberar todo lo que sentía y entrenar le daría eso.

Era injusto, mientras su esposa seguía sufriendo por aquello, los demás eran bendecidos. No es que le molestara la noticia, pero no quería ver a Daella sufriendo. Aunque estaba molesta con ella, le importaba y la amaba más de lo que ella podía imaginar.

—Principe —Criston lo llamo y soltó su espada —¿ Sucede algo? Esta muy distraído.

Aemond nego y lo dejo solo para ir a Pozo dragón. Heartyfire estaba un poco intranquila y supuso que era por la presencia de Lyanna y Daeron.

—Esta triste, parece que su conexión con Aly es muy fuerte —Daeron lo miro.

—Espero que la pequeña princesa se recupere pronto —Mencionó Lyanna — La última vez que la vi me pareció muy hermosa, pero estaba pegada a su madre y no pude conocerla.

Aemond asintió y les paso por un lado buscando a Vhagar. Voló durante horas y cuando quiso darse cuenta el sol ya se estaba ocultando. Volvió a Pozo dragón y decidió ver a Alyssa, pero la pequeña estaba con Daella y prefirió no molestar.

Se fue a la biblioteca, era difícil encontrar un lugar cuando no podía estar con ellas. Quisiera, pero no quería ver a Daella en esos momentos y por eso había ido a leer historia o filosofía.

El rey había organizado una cena y le insistió a Daella que se presentará. No quería hacerlo, ahí estaría Cregan y su hermana y si  sentía incomoda con su familia, con ellos también. Además ya no podía poner excusas, Alyssa estaba mejor de la intoxicación con la hiedra venenosa y le insistió en ir.

La pequeña princesa le pidió que le trenzara el cabello y le pusiera su mejor vestido. Daella mantenía sus ojos entrecerrados mientras le prestaba atención.

¿ Estaría enamorada de Viserys?

Llegaron a la cena y Cregan le sonrío a la belleza frente a él, pero simplemente lo ignoro cosa que a él le pareció extraño.

La cena parecía ser  tranquila y Daella se sento junto a Aemond solo por órdenes de su tío, pero la verdad es que ni siquiera lo había visto, sabía que lo había lastimado, pero ella también se sentía así y no podía justificar nada.

La cena transcurrió tranquila excepto por la tensión que mantenia la pareja con el Stark y muchos se habían dado cuenta de aquello. Los presentes se levantaron a bailar.

—Eres preciosa — susurro Daeron a la pelinegra y Alyssa les paso por un lado dándole un pisotón a Daeron.

—Lo siento mucho — sonrío de manera amable y Lyanna paso una mano por su cabello.

Daeron se agacho a su altura y la miro.

—¿ Qué sucede contigo, Aly? — la pequeña se cruzo de brazos —¿ Te convertirás en la enana del mal? O en algo mucho peor.