SANGRE DEL DRAGON ( Aemond Targaryen )

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Daella se subió a Rhaegal y tomo vuelo directo hacia la playa de Rocadragon. El cielo estaba oscuro para ser de día, pero lo ignoro, el maestre le había prohibido volar por los constantes dolores que tenía y como ya lo tenía permitido decidió distraerse un rato, amaba aquella sensación de sentir el viento contra su cara mientras volaba en su dragón.

Era su actividad favorita en todo el mundo.

Daella bajo la velocidad y dejo que Rhaegal tocara el agua con sus patas para que este salpicara el agua y la mojara. Cuando abrió los ojos se dio cuenta de la gran tormenta que se aproximaba. Hizo una mueca de dolor cuando sintió la presión en su estómago. Jalo las cuerdas de Rhaegal y este se removió sintiendo el dolor de su jinete.

Se negaba a obedecerle y esta suspiro.

-¡ RHAEGAL, POR FAVOR ! -le grito -¡ LA TORMENTA SE ACERCA!

El dragón se negaba y respiro profundo para no entrar en la desesperación. Cuando jalo sus cuerdas un rayo los impacto y Rhaegal levantó su ala para proteger a su jinete. La silla de montar se sacudió cuando este levantó su cuerpo y Daella se aferro a sus cuerdas con temor. Rhaegal iba cerrando sus ojos poco a poco y impactó contra el muelle. Daella grito del dolor cuando la silla salió volando y su cabeza impacto contra la madera, intento salir a la superficie, pero el peso de Rhaegal la estaba empujando hacia la madera que estaba en el lugar. Rhaegal dio un último rugido antes de caer al mar completamente. Daella buscaba salir, pero las cuerdas y el dragón no la dejaban salir y se sentía completamente adolorida por que se había lastimado tratando de salir.

-'Emond, Aly - susurro - Los amo.

Heartyfire se removió incomoda y tomo vuelo cuando escucho el rugido de Rhaegal. Vhagar y Tessarion rugieron haciendo temblar a todo Rocadragon. Alyssa dejo de pelear con Daeron y corrió hasta la habitación para llamar a su padre.

-¡ Papá! -Aemond dio un respingo con el grito de su pequeña -Algo le pasa a los dragones y Rhaegal aún no regresa.

Aemond se levantó de su silla y corrió en busca de Vhagar que estaba incomoda e imposible de calmar. Cuando la gran dragona se calmo Aemond tomo vuelo y Daeron lo imito.

-¡ LA PLAYA! - le grito a su hermano y este asintió.

Aemond miraba a todos lados y comenzó a desesperarse cuando no vio a Rhaegal por ningún lado.

-¡ AHÍ! -Daeron señaló a la derecha la silla de montar que estaba en el mar, pero su jinete no estaba.

Aemond asintió mientras su corazón se caía a pedazos.

-¡ VUELVE CON ALYSSA! -le grito a su hermano y este asintió para ir con la pequeña.

Aemond bajo de la dragona y corrió por el muelle tratando de ver donde podía estar. Las patas de Rhaegal se sacudieron y Aemond pudo ver aquella cabellera plateada entre las cuerdas que la ataban al dragón. Se sacó el parche y se tiro al mar para buscarla entre las maderas debajo del muelle. Daella tenía una cuerda en el cuello y su cabeza estaba de lado, su cuerpo estaba atado y era imposible que tuviera movilidad, tenía los ojos cerrados, estaba fría y pálida, los labios morados y lo que más asustaba a Aemond era que parecía no estar respirando.

El principe tomo la daga que tenia en su cinturón y corto las cuerdas para tomarla y sacarla de ahí. Se quito su chaqueta y la envolvió en esta.

-Ela...por favor - susurro e hizo presión en su pecho mientras buscaba hacer que respirara -No me dejes, te lo suplico.

Continuo con la presión en el pecho de su amada esposa y cuando que no había señales de que pudiera respirar, se abrazo a ella mientras peinaba sus cabellos.