SANGRE DEL DRAGON ( Aemond Targaryen )

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-Arreste a esta mujer, sir Arryk -la mujer dio la orden y el guardia obedeció.

-¿ Qué sucede? -el rey la tomó del brazo y esta lo aparto -No puedes dar una orden como esa así como así.

- ¡ Claro que puedo cuando esta mujer es la causante de que mi esposo este en cama y la razón por la que se querían llevar a mi hija!

-No se de que esta hablando, princesa.....

-¿ No sabes? -Daella la abofeteo -¿¡ No lo sabes!?

-Su majestad, por favor.....

-Llevensela -Daella sonrío cuando su tío dio la orden y siguió a sir Arryk hasta los calabozos.

-Yo no hice nada - la mujer la miro cuando esta se sento frente a ella.

-A mi no me engañas, maldita rata -la tomó del rostro con brusquedad -Dime, ¿ Fue Oberyn el que te pidió que hicieras esto? ¿Te pidió que secuestraras a mi hija?

-No te engañes a ti misma, Daella -Dalia sonrío de manera perversa -Tu y yo sabemos que Alyssa tenia una madre y se llamaba Elarys.

-Soy yo, yo soy su madre. Ha estado conmigo desde que era una bebé, se parece a mi y me reconoce como tal.

-Pero no lo eres -sonrío -Jamás lo serás por más de que te esfuerzes.

Daella se trago el nudo en su garganta y llamó a sir Arryk.

-Torturala hasta que admita lo que hizo -salió de ahí y se encamino a su habitación.

Sonrío al ver a Alyssa recostada en el pecho de Aemond mientras este acariciaba su cabello.

-Dime que no hiciste una locura -Aemond sonrío y esta ladeo la cabeza.

-No todavía- sonrío.

-¿ Qué me estás ocultando? -susurro cuando esta se acostó a un lado de ellos.

-Nada, ¿ Por qué?

-Estás nerviosa -señaló -No lo demuestras, pero te conozco bien.

-Cuando este confirmado te lo diré- sonrío -Te extrañe mucho, mi amor.

-Yo también te extrañe -unieron sus labios en un beso casto.

-¡ Me están aplastando! - chilló la pequeña y Daella se echo a reír.

-Aly - su padre la miro -¿ Vas a contarme que oculta tu madre?

Alyssa miro a Daella de manera cómplice y tras unos segundos nego.

-Es una sorpresa y todavía falta para que lo sepas.

-Bien, no me cuenten-se indigno —Pensaba llevarlas a volar con Vhagar y lanzar fuego.

—Aly, tu padre aún no puede volar —susurro su madre —Hazme caso.

—No puedo, es muy importante, pero no te lo puedo contar todavía.

Aemond suspiro rendido y cerró su ojo unos segundos. Daella paso una mano por su nariz mientras dibujada con sus dedos la forma de esta.

—¿ Qué haces? — susurro Alyssa —Te pones muy rara cuando papá está cerca.

Aemond se echo a reír y sonrío.

—Me admira —dejo un beso en su cabello —Tu madre esta enamorada de mi, Aly.

—Pensé que enamorarse era malo.

—Para ti si, lo harás cuando tengas noventa años.

—'Emond — Daella lo miro.