Una Novia Para Amanda Gray

15. Presión social

Amanda

El ruido de la música es ensordecedor, hay mucha gente y la mayoría ni siquiera es de nuestra escuela. Hay incluso más que en fiestas anteriores, lo que me pone aún más nerviosa y empiezo a temer que algún vecino se queje del ruido o algo así.

—Al primer indicio de la policía salimos corriendo —le susurro a Amelia cuando bajamos del auto.

—De acuerdo —me susurra también, con una pequeña sonrisa.

Cuando cruzamos la entrada, empiezo a buscar con la mirada a Derek entre los montones de personas. Todo en esta casa se ve caro y me da miedo tocar cualquier cosa por miedo a que se rompa. Hasta la tierra en la maceta de las plantas se ve refinada.

Nos adentramos un poco más en el lugar y lo encontramos junto a unos chicos del equipo de fútbol en la enorme cocina, Jake y David están con él.

—¡Ahí está mi amargada favorita! —grita Derek, y siento la desesperada necesidad de salir corriendo cuando me doy cuenta qué algunas personas nos miran raro.

Jake y David se dan la vuelta para vernos. Mi estomago se revuelve cuando Jake clava su mirada seria sobre mi.

Derek se acerca y pasa su brazo por mis hombros, el olor a cerveza que me inunda lo explica todo. David mira con recelo a Derek cuando recarga su cabeza sobre mi hombro, y creo saber lo que eso significa.

Amelia camina hasta el par de chicos que están junto a las hieleras con cervezas para tomar una y algunas chicas se acercan a hablar con ella. A la única que reconozco es a la chica con el cabello teñido de morado y la mirada perdida, que parece no estar disfrutando la fiesta. También estuvo con ella en el cumpleaños de Jasper.

—¿No se supone que tienes que manejar después? —Le pregunto.

—Oye, vine con unos amigos, ¿Y no se supone que tú eres mi conductor de emergencias?

—Sabes que me aterra manejar —murmuro mientras quito su cabeza de mi hombro de un empujón.

—¡Derek!, tienes que venir conmigo, no creerás quien está aquí —lo llama Jasper, que entra veloz a la cocina y lo toma del brazo para que lo acompañe.

Él me mira, como preguntándome si estaré bien y yo me limito a asentir con la cabeza y verlos cuando ambos salen deprisa del lugar.

Para cuando regreso mi mirada, Amelia ya está en la otra habitación bailando y bebiendo con el grupo de chicas. Veo a David, que está sentado junto a Jake y dudo unos segundos si ir con ellos o no.

Tomo mi escaso valor y camino en su dirección mientras aprieto los puños. Su mirada cambia cuando me ve sentarme a su lado, aunque Jake parece no notarlo porque esta escribiendo algo en su celular.

—Hola, ¿cómo estás? —me pregunta.

—Un poco ansiosa, pero bien. ¿Y tu? —se que quiere decirme algo por su tono de voz y los constantes golpecitos que le da a la barra con sus dedos.

Finjo no darme cuenta mientras miro a la gente que va pasando detrás de nosotros.

—Si, muy bien. De hecho quería comentarte que...

—Quiero otra cerveza, ¿y tú? —la voz ronca de Jake lo interrumpe, haciendo que ambos lo miremos. David asiente, ellos se levantan y yo hago lo mismo por reflejo.

Un escalofrío recorre mi cuerpo cuando Jake me mira directamente a los ojos.

—¿Tú quieres algo? —me pregunta. La verdad no creo poder beber agua siquiera, pero de todas formas digo que si.