Una Novia Para Amanda Gray

16. Sal corriendo

Amanda

En cuanto abro la puerta de la habitación de invitados me topo con Jasper, que parecía estar apunto de tocar. En cuanto se da cuenta de que soy yo suspira y se pasa una mano por el cabello.

—¡Hasta que te encuentro!, Derek te ha estado buscando como loco —Se queja. Me sorprende bastante verlo sobrio en este punto de la fiesta.

—Ah... ¿si? —me giro para ver a mis espaldas y me doy cuenta de que Amelia está parada a unos metros de mi, con expresión seria, y regreso mi vista a Jasper en seguida— ¿Y que es lo que quie...?

Ni siquiera me deja terminar mi pregunta, ya me está jalando del brazo escaleras abajo. Nos abre paso entre las personas y me guía hasta donde está Derek, con el resto del equipo de baloncesto.

—La encontré —Le dice a Derek, y me suelta el brazo.

—¿Donde estabas?

—Por ahí —murmuro, buscando con la mirada a Amelia. Derek parece notarlo, pero su mirada se fija en cierta parte de mi cara.

—¿Desde cuando usas labial? —pregunta, divertido, y pasado su dedo al rededor de mi boca para mostrarme.

—Ah... no, no yo no... —tartamudeo, tratando de quitarme el labial con mi dedo, Derek suelta una risita y me pasa una servilleta—. Es complicado.

—¿En serio? —bromea, pero decide no insistir más. Le hace una seña a un chico que no conozco y que enseguida se levanta para llamar a los demás que están ahí.

—¡Al fin podemos empezar! —grita el chico, y la gente comienza a juntarse al rededor de nosotros. Lilliana se pone en el centro, junto al equipo de basketball, aclarándose la garganta.

¿Ahora que?

Derek me pasa un brazo por los hombros, acercándome a él. El volumen de la música baja considerablemente, pero solo lo suficiente para todos puedan oír lo que va a decir.

—Como todos saben, mañana será un día muy importante —empieza Lilliana, con una enorme sonrisa llena de orgullo en el rostro— así que, ¿algo que decir, chicos?

Uno de ellos se acerca hasta ella, con una lata de cerveza en la mano y algo tambaleante.

—Estamos muy emocionados por lo de mañana, ¡Esa bola de idiotas nos la van a...—antes de que acabe su frase motivadora, Derek lo interrumpe.

—¡Muchas gracias a todos!, En especial a Lilliana y su excelente equipo de animadoras —Se apresura a decir—. Y también, por supuesto, a Amanda, que ha sido mi más grande soporte en todo esto.

La gente empieza a murmurar y yo siento como la vergüenza me sube por el rostro.

Uno de los chicos grita algo, alzando su lata de cerveza y haciendo que todos comiencen a gritar y emocionarse, pero yo no oigo porque mi cuerpo se tensa al instante en que veo a Amelia parada a un par de metros.

Sigue con la misma expresión seria, pero yo desvío mi mirada hacia Derek, que se está empinando toda su lata de cerveza de golpe.

El quita su brazo de mi hombro y se acerca a hablar con el resto de chicos. Veo a Amelia acercarse y de pronto todo a mi al rededor se está volviendo agobiante.