Batalla

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Aleyx estaba frente a su padre, el cual tenía el ceño fruncido y una cara de enojo, ¿la razón? se enteró de que su hijo había estado con dos caminantes de sueño, y si eso no fuera suficiente, no los asesinó, sinó que los acompañó hasta su destino para que no les pasara nada.

"Entonces, me estás diciendo que escoltaste a dos caminantes de sueños hasta los límites de nuestras fronteras, con el pretexto de que no estaban amenazando nuestras tierras" dijo Sukai, conteniendo todo el enojo que tenía en esos momentos.

"Así como lo escuchas padre, sólo estaban observando la belleza de Eywa, yo..."

"¡No me importa lo que pienses!" terminó gritando Sukai, mientras paseaba de manera frenética por la habitación en la que estaban.

"Mi padre murió a manos de ellos, tú abuelo murió por el simple hecho de confiar en ellos, ellos no pertenecen aquí, y sin embargo están matando todo lo que tocan, has visto el lugar que llaman hogar, no hay verde en ningun lado, no hay vida en lo que se transportan, solo son portadores de muerte y destrucción" Comentó Sukai alterado, y un poco exasperado del saber que su hijo seguía intentando confiar en la gente del cielo, aun sabiendo todo lo que eso significaba.

"No todos son iguales padre, algunos están buscando una segunda oportunidad de vida aquí, intentando que Eywa les brinde eso, yo no puedo arrebatarles eso" respondió Aleyx, mientras tomaba asiento frente a su padre.

"Su mundo está muriendo, en su planeta casi no hay vida, esos dos caminantes de sueño son dos personas del cielo que ansían vivir libres, lejos de todo lo malo de su mundo natal".

"Hijo, en realidad quiero pensar así como tú, pero no piensas que lo que le hicieron a su mundo también lo pueden hacer aquí, ya has visto cómo actúan con las cosas que no entienden, cómo destruyen la selva con lo que llaman máquinas, son demonios que solo buscan su beneficio, sin medir sus consecuencias" le dijo Sukai a Aleyx, mientras lo agarraba de los hombros y lo atraía hacía un abrazo.

"Solo espero que te protejas, no te puedo obligar a que no los ayudes, al menos no a aquellos que piensas que son diferentes. Sin embargo, no quiero que bajes la guardia, nunca, no quiero perderte como a mi padre, ten eso en mente siempre" terminó de decir Sukai, para luego separarse del abrazo y salir de la habitación.

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"¡Aleyx, concentrate!" Luak le gritó a Aleyx, el cual había fallado de nuevo, hoy estaban en un claro apartado de la tribu, donde los guerreros entrenan constantemente, ya fuera en equitación, tiro con arco mientras montaban sus Pa'li, o lucha cuerpo a cuerpo.

Sin embargo, Aleyx había estado fallando continuamente durante todos sus tiros, la razón se debía a que tenía su cabeza llena de pensamientos sobre una conversación que tuvo con su madre hace unos días.

Y básicamente esa conversación terminó con una pequeña discusión, ¿la razón? el compromiso, Aleyx, como futuro Olo'eyktan, debía atenerse a unas normas y tradiciones antiguas de su tribu, y una de esas era que sus padres son los que debían escoger a su futura esposa, aquella chica que sería la próxima Tsahik, la líder espiritual del clan Subaiya, esa chica que guiaría junto a Aleyx durante toda su vida a la tribu, sin duda un tema muy importante.

Algo que a Aleyx lo estaba atormentando, en especial porque su experiencia y sus recuerdos como persona del siglo XXI, estos sucesos casi no ocurrían, cada quien era libre de escoger a la persona con la que quisiera pasar sus días, y no por decisión de sus padres.

Entonces imagina cuando le dicen que esa persona con la que tendrá hijos será escogida por sus padres, sin duda alguna es una noticia muy fuerte para él.

"Lo siento Luak, pero no estoy en mis cabales en estos momentos" dijo Aleyx, observando como su amigo se sentaba al lado suyo.

"mira, debes mostrarte fuerte, confiado, no podemos dejar que las chicas nos vean débiles" comentó Luak, mientras señalaba hacía un grupo de chicas Na'Vi que practicaban su combate cuerpo a cuerpo.

"tu solo piensas en las chicas, pervertido" dijo entre risas Aleyx, mientras golpeaba con el puño el hombro de Luak.

"sabes que digo la verdad, además no pudo tener ojos ahora en chicas" dijo desanimado Aleyx, Luak al ver esto intentó animarlo de la manera más horrible posible; "vamos, tus padres recogerán a la mujer más hermosa, fuerte y sabía para tí, cualquiera estaría contento en tu lugar".

"ay por Eywa, dame paciencia con este tipo" enunció Aleyx, "vamos, ¿que dije?".

"callate Luak" fue lo único que le dijo Aleyx a este para luego volver a practicar su tiro con arco. 

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En una llanura, una gran tribu se encontraba alrededor de una gran montaña, la cual era hueca por dentro, brindando abrigo a los Na'Vi que vivían alrededor de ella.

Esta tribu era conocida por ser domadores de los Pa'li, antes era conocida bajo el nombre de Emuray. Sin embargo, después de que el padre de Aleyx, Sukai, ganara el ritual de reclamo del líder, la tribu pasó a conocerse por el nombre de O'Subaiya, la tribu constaba de más de mil quinientos jinetes, una gran tribu, teniendo en cuenta que las tribus de mayor población conocidas por los humanos constaban de una cifra aproximada a novecientos Na'Vi.

Hoy era un día normal para la tribu, o al menos eso pensaban sus habitantes, no fue sino hasta pasado el mediodía que la tranquilidad en la tribu se rompió.

En el horizonte se podía ver a cientos de jinetes aproximándose hacia la tribu, con varios cientos Na'Vis más en el cielo sobre sus Ikran.

No había que ser inteligente para saber que esos no eran amistosos, por lo que el que dirigía la tribu bajo el mando de Sukai ordenó que todos los jinetes de la tribu prepararan sus monturas, para luego decirle a un jinete de Ikran que volara en dirección a la tribu Alfa en busca de apoyo, puesto que aunque sabía que podían ganar la batalla terrestre, los invasores tenían Ikran, algo que la tribu no poseía. 

Después de asegurarse de que todos los niños y los no combatientes se resguardaran bajo la montaña, el líder montó a su Pa'Li y se unió a la batalla.  

Avatar; domador del mundoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora