Una victoria, y una derrota.

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El fuerte sonido de los rifles disparando se escuchaba en todos lados, los humanos corrían por todo el lugar disparando a todo nativo que vieran, impulsados por el miedo a morir a fuerza de flechazos.

No obstante, las bajas humanas también se habían dado a notar, con la vista de varias personas empaladas sobre los muros con ayuda de largas flechas que le atravesaban el torso.

En el cielo, el C-21 disparaba misiles idos y por haber, derribando a los banshee que surcaban el cielo, siendo una fuerza temida y dominante en el campo de guerra.

El C-21, comandado por varios pilotos entrenados para eso, los cuales tenían el ceño fruncido mientras piloteaban la nave con sumo cuidado, teniendo precaución a la hora de disparar, para así no herir a los aliados.

Un operador de torreta, estaba apuntando a un jinete de banshee, y cuando ya lo tenía en la mira intentó disparar, solo para que se distrajera cuando el equilibrio dentro de la nave se perdiera.

"¡pérdida del rotor cuatro!"

Con el aviso, todos ajustaron su filtro de oxígeno, mientras los pilotos hacían maravillas para hacer que la nave siguiera en el aire.

En el aire, Aleyx volaba sobre su banshee, viendo como uno de los rotores del C-21 se incendiaba, haciendo perder altitud a la aeronave.

Aleyx, con ayuda de explosivos de mano obtenidos de los humanos que habían corrido la suerte de morir por sus manos, surcó los cielos en busca de derribar la nave que estaba haciendo que sus tropas disminuyeran.

Así que con un tiro de suerte, pudo soltar unos cuantos explosivos sobre uno de los rotores de la nave, logrando que esta dejara de disparar por un momento, al parecer siendo más importante ahora para sus tripulantes el no caer del cielo que hacer caer a otros de él.

Sin embargo, Aleyx se detuvo mucho tiempo para ver su obra, tiempo suficiente como para ser notado por los aviones samsom que estaban teniendo una acalorada pelea aérea con los jinetes de la tribu.

Una nave, viendo al jinete distraído, aprovechó la oportunidad, y disparando sin ningún escrúpulo, logró dispararle, derribandolo.

Aleyx, sintiendo un fuerte dolor, siguió sujetándose de su banshee, mientras este intentaba tener un descenso controlado, fue un error, un gran error, uno que ahora le había costado la vida a su montura.

Así que al ver que el suelo se acercaba cada vez más, se preparó para el golpe, y estando a unos metros sobre el suelo, cortó su tsaheylu, y saltando de su montura, llegó al suelo, dando algunas vueltas para amortiguar la caída y logrando evadir las posibles lesiones que tendría.

"no, no, nooo" se decía Aleyx así mismo, mientras se despedía de su primera montura, uno que lo había acompañado durante varios meses, y aunque el periodo de tiempo había sido corta, la conexión que habían hecho no era para nada corta.

Alzando la vista hacía la batalla en sí, vió como los na'vis estaban empezando a retroceder cada vez más, producto de las aeronaves, las cuales habían logrado derribar a casi todos los jinetes aéreos, y si bien los cabezas martillos habían acabado con casi toda la amenaza terrestre, no podían hacer nada contra las naves humanas, y aunque tenían una coraza protectora que los cuidaba de los disparos y misiles, los na'vis y sus monturas no.

Los cerebros Na'vi no tenían tiempo para procesar las muertes de las criaturas a las que estaban íntimamente conectados ya que fueron destrozados por los misiles cuyos recorridos terminaron en sus objetivos, enviando sangre y partes del cuerpo en el aire, tiñendo el cielo de rojo.

Fue sólo el comienzo, y sólo la parte aérea.

Cohetes, balas, flechas y cañones comenzaron a intercambiarse entre ambos bandos, provocando la muerte a ambos, pero un bando tenía una clara ventaja.

Las flechas regulares rebotaron sin dañar los aviones, ya sea su parabrisas o armadura metálica, la banshee y sus jinetes murieron, sangre, extremidades, órganos y más llovieron si fueron derribados o se convirtieron en huesos fragmentados carbonizados si tuvieron suerte cuando fueron arrastrados por los misiles.

Pero los coleccionistas tampoco salieron ilesos, docenas de sus aviones más ligeros habían sido derribados, los equipos de armas en la cima de los Samson y Dragon Assault Ship tenían una cantidad no pequeña de muertos, sus cuerpos empalados y, si no, asesinados instantáneamente.

El veneno del slinth imbuido en la punta de la flecha hizo el resto, paralizando los músculos esqueléticos como el diafragma y dando la impresión de tener agua hirviendo en las venas, prometía y daba una muerte agonizante.

Mirando toda la muerte y destrucción en su vista, el rostro de Aleyx cambió, mostrando un pavor y miedo enorme, no por el desastre que lo rodeaba, sino por la posibilidad de morir.

Sentimiento que se hizo realidad cuando vió a un hombre armado, el cual al ver a Aleyx, alzó su rifle para disparar, solo para recibir dos flechas en su cuerpo.

Aleyx, viendo lo sucedido, se sorprendió, para luego ver de dónde venían las flechas, para observar a su padre, con pintura de guerra por todo su cuerpo y montado en su palulukan.

Mostrando una sonrisa, Aleyx observó como miles de guerreros surcaban los cielos, derribando a las naves humanas que aún estaban en el cielo, con más aún viniendo por tierra.

Los refuerzos habían llegado... su padre había acudido a él.

Así que recrobando el sentido, Aleyx llamó a su palulukan, viendo como este se acercaba a él, pasando sobre varias personas que intentaban sin éxito matarlo. 

Cuando su Thanator llegó a él, Aleyx se subió encima, haciendo que este se dirigiera a donde estaba su padre. 

"Otra vez me desobedeciste" Sukai, el padre de Aleyx, le dijo, mientras miraba las heridas de su hijo con una mirada fría y hosca, pero para Aleyx que lo conocía, sabía que estaba preocupado. 

"Protejo a pandora papá, y moriré haciendolo" 

Sukai, mostrando una mirada orgullosa, solo le dijo una pequeña frase; "Si, lo haremos". 

"esperemos que no pron..." 

Aleyx no terminó de decir su frase, puesto que vió como unos disparos golpeaban a su padre, haciendo que este callera de su montura, mientras se empezaba a ahogarse en su sangre. 

"NOOOO, padre, no, no me dejes.. ¡ayuda!" decía Aleyx, viendo como su padre se quitaba el collar de su cuello y se lo daba a él, para luego empezar a cerrar los ojos. 

Avatar; domador del mundoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora