Avatar; domador del mundo

el pandemonium

Aleyx observó como los humanos corrían hacia la dirección de la explosión, mientras varios camiones anti-incendios se acercaban a toda velocidad a mermar las llamas.

Aprovechando las sirenas y el caos en la base, Aleyx siguió corriendo hacia la cabina de mando, asegurandose de no se ser visto por alguna cámara de seguridad o un guardia.

Justo cuando estaba a menos de cuatro metros de la puerta de acceso a la cabina de mando, esta se abrió por si solas, para dar paso a dos trabajadores de logística.

Los dos hombres, los cuales estaban frente a la puerta, se quedaron en shock por un momento, después de todo, no ves todos los días a un Na'Vi el cuál ha podido entrar en la base sin ser descubierto.

Sin embargo, ese momento fue suficiente para que Aleyx lograra perforar las cuencas de sus ojos con ayuda de un cuchillo grande de caza, el cual pasó suavemente entre sus rostros.

Sin esperar más, Aleyx tomó un rifle que cargaba en la espalda, para luego entrar en el pasillo que llegaba a un ascensor, el cuál daba con la cabina.

Tomando el ascensor y destruyendo la cámara situada en él, Aleyx procedió a oprimir el botón que indicaba el último piso, el cuál podría dar con su destino u otra parte distinta del edificio.

Al cabo de unos segundos, el timbre del ascensor sonó, indicando que había llegado al piso deseado, y sujetando su rifle con cierta ansiedad vió como se abrían las puertas.

Cuándo se abrieron las puertas de par en par, Aleyx no perdió tiempo y saltó fuera del ascensor para luego empezar a disparar a dos hombres que tenían rifles en sus manos, los cuales eran los únicos armados en la sala.

“¡Contra el suelo todo el mundo!”

“¡No quiero cabezas alzadas!”

Esos gritos fueron el saludo por parte de Aleyx, mientras tomaba los rifles de los dos cuerpos y los aseguraba; “¿Quién maneja los controles de comunicaciones en esta base?” preguntó Aleyx, viendo como una mujer de mediana edad se levantaba asustada.

“Enciende los micrófonos, que se escuche por toda esta maldita base”

Luego de que la mujer hiciera lo ordenado, Aleyx procedió a tomar un cuerno que estaba colgado de su cintura, y tomando aire de sus pulmones lo hizo sonar.

Las personas en toda la base se taparon los oídos por causa del sonido agudo que sonaba, cómo cuando pasas un tenedor por un plato de porcelana.

Pero así como se escuchó el molesto sonido, así de rápido se fue, reemplazado por sonidos fuertes y contundentes desde fuera de la base, acompañado de grandes árboles siendo derribados en la distancia.

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Sume'y estaba sobre su Thanator a espera de la 'señal' de Aleyx, sujetando fuertemente su lanza miró a su alrededor, miles de guerreros lo rodeaban, cada uno a la espera del movimiento del otro, mientras en las copas de los árboles los jinetes de Ikran esperaban la orden para surcar los cielos.

Justo en eso, un leve movimiento en la tierra se hizo presente, acompañado de fuertes graznidos de pájaros que salían a toda prisa de las copas de los árboles, justo antes de que estos fueran derribados por una fuerza misteriosa.

Sume'y al ver esto, supo inmediatamente lo que tenía que hacer, así que dando la orden, hizo que todo el ejército emprendiera su marcha hacia la base de la gente del cielo.

Fue luego de unos minutos de carrera, que pudieron ver a más de tres docenas de Cabezas martillo corriendo a toda prisa, mientras aplastaban todo lo que se les atravesara, todo mientras se dirigían hacia la base.

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Aleyx, por su lado, no perdió el tiempo, y luego de soplar el cuerno, ató a todos los humanos en la cabina, a tiempo para ver cómo la gran cerca de acero era atravesada como cuchillo caliente sobre mantequilla, todo obra de los cabeza martillo.

Sonriendo, Aleyx observó como las grandes criaturas destruían todo a su paso, sin obtener oposición por las balas que recibían o los aviones en su camino.

Saliendo de la sala de control, vislumbró como los guerreros que lo habían seguido entraban en la base, para luego empezar a matar a todo humanos armado a la vista.

Fue en eso, que un sonido fuerte se escuchó desde el cielo, para que luego una explosión detonara en el campo de batalla.

Una nave C-21 o conocida como Asalto Dragón logró tomar vuelo, y haciendo uso de sus preciadas cargas, empezó a erradicar a los invasores.

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Hace varias horas, antes de la batalla en la base, los padres de Aleyx discutían acaloradamente.

“Sukai, tenemos que hacer algo. Aleyx está en peligro y necesita nuestra ayuda” dijo la madre de Aleyx, la cuál estaba teniendo una discusión con su pareja por el destino de su hijo.

Sukai, enojado se dirigió a su pareja y empezó a despotricar; “¿Ayuda? ¿Acaso no recuerdas que se fue a luchar sin mi autorización? No voy a arriesgar a los demás miembros de la tribu por las imprudencias de mi hijo, no cuando está luchando por una tribu que no nos corresponde salvar”

“Entiendo que estés molesto, pero ¿vamos a dejar que Aleyx caiga en manos del enemigo? ¿Cuando está en tus manos ayudarlo?”.

“llama a los guerreros, tenemos un trasero joven que salvar” comentó Sukai, para luego suspirar y pensar en todos los problemas que esto traería.

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Con el C-21 diezmando a los invasores, los Na'Vi empezaron a bajar sus números, si bien muchos Jinetes de Ikran habían disparado sus largas flechas contra la aeronave, estas no lograban traspasar el acero del avión.

Aleyx corrió hacia el terreno abierto, dónde su fiel Ikran pronto llegó, y montandolo se dirigió hacia la nave, con el propósito de bajarla a la fuerza del cielo.