Corriendo por las empinadas colinas, saltando ramas y evadiendo enredaderas, Grace siguió corriendo sin mirar atrás, con la mente puesta en el triunfo que toda este trabajo le pudiese traer.
Seis meses, seis malditos meses de despertarse temprano, comer de rapidez, ganar cortes por todo su cuerpo gracias a las estocadas de las lanzas de Sul'mar, el Na'Vi que había sido su entrenador en el uso de armas cortantes.
Si Grace no viera la densa selva fuera de los altos picos de las montañas que cubrían y protegían al clan Subaiya, entonces pensaría que estaba bajo algún regimiento militar en alguna base olvidada por dios.
Fue agotador, y al mismo magnífico, en especial cuando empezó a ver los resultados, como se empezaban a ver uno que otro fuerte músculo en sus brazos y piernas y, al contrario de lo que pensaba al principio, no hizo ademán en detener o ser un obstáculo en torno a su agilidad en la selva.
Ella llevaba ya seis meses de intenso entrenamiento, con uno que otro día en el que quería abandonar todo y regresar su Avatar a la seguridad de la base, pero no lo hizo, el estar en el corazón de la tribu más grande y poderosa de los Na'Vi registrada en todos los 30 años de la llegada de los humanos a Pandora la detenía.
¡Diablos! Incluso cuando llevaba apenas dos meses de estar en la tribu, ya había aprendido mucho más de lo que ella por si sola podía soñar en saber, incluso superando a Jake, el cual le ganaba por un margen de tiempo de cuatro meses.
Fue en ese punto cuando llego a la conclusión del por qué el clan Subaiya era tan respetado y temido por igual, no solo porque contaba con más de veinticinco mil miembros, y que de esos, diesiochomil fueran guerreros; tanto jinetes de Pa'Li, Thanator, Banshee, o de los Titanothere.
Ay, los Titanothere, sorpresas y más sorpresas le hicieron llegar desde el primer amanecer en la tribu, y uno de esos fue el saber que incluso los Thitanodere, o los cabeza martillo como le habían bautizado en Hell Gate, también eran monturas en la base.
Con los cuales, los miembros de la tribu, escogidos por el Oloe'yktan; Aleyx, como se llamaba, lograban convertirse en jinetes de Titanothere, con los cuales ayudaban en más cazas, abrir nuevos caminos que conectaran a las seis tribus que formaban en su conjunto a clan, o ayudaran en arrastrar madera para la construcción de chozas o algo más.
Era algo sorprendente, algo a lo que le daba gracias a su impulso de abandonar la base en aquel día.
Ahora, todo lo aprendido en ese tiempo de tormento que pasó, lo vería aplicado hoy, momento en el que ya estaba lista para reclamar un Thanator.
Para eso, tuvo que separarse del grupo principal, acto que también hicieron los otros doce jóvenes que estaban listos para su final de iniciación.
Ella caminó durante varios días, y haciendo uso de todo lo enseñado anteriormente fue que pudo sobrevivir en la selva durante más de cinco días completamente sola, aunque no estaba segura de lo último, puesto que aunque no los veía, ni escuchaba, algo dentro de ella sabía que miembros del clan la vigilaban constantemente.
Fue gracias a eso y, el estar desconcentrada queriendo capturar a un Syaksyuk que ahora estaba siendo perseguida por un Thanator salvaje.
Todo sucedió muy rápido, tan rápido que no se dió cuenta cuando los animales se espantaron, la causa, un gran Thanator, el cual estaba cazandola, y ahora, Grace se encontraba corriendo sin rumbo fijo mientras una gran bestia buscaba matarla.
Grace, sintiendo que cada vez su resistencia bajaba cada poco, decidió hacer por fin su movimiento, algo que la ayudara a salir de la grabé situación en la que se encontraba.
Así que corriendo más rápido, se columpió con ayuda de una soga al estilo Tarzan, ganó impulso y cayó en el pie de un árbol, justo a tiempo para entrar en una abertura que tenían las raíces del árbol.
El Thanator la alcanzó en solo unos segundos, y captando su ubicación, empezó a morder y romper las raíces, con el fin de alcanzar a Grace.
Grace, buscando alguna otra apertura en las raíces, logró su propósito luego de varias miradas ansiosas, y gateando, salió por la abertura, la cual estaba del lado contrario de dónde el Thanator estaba intentando entrar.
Grace, saliendo de la cúpula de raíces, trepó por el árbol que la protegía de la vista del Thanator, para luego estar justo encima de él.
El animal, con sus doce metros de largo y tres de alto, junto con su hermoso color onix hacían del Thanator una belleza.... O eso pensaba Grace.
Sin dejar perder los preciados segundos que tenía, Grace tomó su cola neuronal y dejándose caer, cayó en la espalda del animal.
El Thanator, sintiendo el peso extra en su espalda, comenzó a balancearse bruscamente como un toro mecánico y, luego de varios segundos de lucha, el Thanator se resbaló y cayó sobre su costado izquierdo, consiguiendo que Grace quedara atrapada bajo de él.
“¡¡Controlate!!” fue lo último que se dijo a si misma Grace, mientras sentía una euforia extraña entrar en su cuerpo, para luego quedar inconsciente.
No fue sino varios minutos después, que Grace despertó, acto que hizo arrepentirse por el dolor agudo que sintió en su costado, al parecer tenía algunas costillas rotas.
Mirando a su alrededor, logró ver el resultado de su lucha, las raíces del árbol donde se resguardó estaban destruidas, la tierra estaba movida, como si tanque la hubiera movido con sus orugas.
Preguntándose dónde podría haber ido el Thanator, empezó a ver a su alrededor, para verlo sentado detrás suyo, mientras la miraba espectante.
“lo hice” dijo Grace, con una mirada estupefacta.
“¡Lo hice!” gritó después Grace, con una radiante sonrisa en su rostro, mientras alzaba sus brazos, como si fuera un boxeador el cual ganó una pelea.
“si, lo hiciste, hermana” se escuchó una pequeña voz de repente, haciendo que Grace alzara la mirada, logrando ver cómo más de veinte guerreros Na'Vi estaban rodeándola, los cuales se situaban en las ramas o algunos en el suelo.
Uno de ellos se acercó a dónde estaba Grace, y tomándole el brazo derecho, lo alzó.
“¡Démosle la bienvenida a Grace, guerrera del clan Subaiya!” gritó el Na'Vi, siendo seguido en coro por los demás presentes.
Todo mientras Grace observaba con lágrimas en los ojos, además de una felicidad casi palpable.
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Avatar; domador del mundo
Fanfictionun chico se despierta en el cuerpo de un Na'vi, sin saber como llegó allí y porqué, siendo el hijo del Olo'eyktan, tiene el deber para con su pueblo, y con ayuda de sus dones llevará a su tribu a convertirse en la mayor tribu de guerra de Pandora.