Escuchaba sus risas, parloteos sin sentidos, ver las sonrisas dibujadas en sus rostros.
«Me gusta»
—¡Por fin! —exclamó Harley levantándose de la mesa y corriendo hacia una ventana—. ¡Ha comenzado la temporada de nieve!
Steve observó los pequeños copos de nieve que comenzaban a caer en el exterior de la casa.
—A Harley le emociona mucho la nevada. —contó Tony terminando de comer con una sonrisa—. Le gusta jugar y hacer muñecos de nieve.
—¡Sí! —afirmó el niño, corriendo hacia su habitación para cambiarse.
Steve sonrió de lado, levantándose para ayudar a recoger los platos que habían terminado. ¿En qué momento se había acostumbrado a tanta cotidianidad? Se asombraba por su capacidad de seguir el ritmo al ambiente hogareño de Tony junto a Harley.
—Si quieres, puedes acompañarlo. —comentó el castaño a su lado—. Yo lavaré los platos y ustedes pueden ir a ver la nieve por mientras.
Steve observó las manos rojizas del castaño.
—Yo lo haré. —dijo sin pensarlo, tomando sus muñecas para besarlas—. Cada parte de ti, es tan bonita. El agua fría puede lastimarte.
Tony se sonrojó en el acto.
—Mis manos... no... —susurró un poco cohibido recordando las marcas toscas que tenía al ser mecánico. No obstante, la manera que Steve lo estaba tocando, lo hacía sentirse tan especial—. Entonces... debería ir a acompañar a Harley.
Steve lo observó con intensidad.
Los ojos de color carmesí parecían querer atraparlo en ese pequeño espacio, Tony se relamió los labios sin poder evitarlo.
—Papi. —llamó Harley apareciendo en la cocina.
Ambos voltearon a ver a una pequeña figura, vestida con varias prendas encima. Adornado con un gorro que cubría hasta sus orejas junto a un par de guantes de color infantil.
—Puedo jugar solo. —propusó Harley con una sonrisa adorable, mostrando sus encías—. Ya soy grande para jugar afuera de la casa y hacer muñecos de nieve yo solo. —dijo orgulloso de sí mismo—. No te preocupes y quédate con Steve.
Tony se sintió avergonzado y se acercó hacia el menor.
—Quédate cerca. —asintió acomodando sus prendas con cariño—. Llámanos si pasa cualquier cosa, ¿sí?
—Está bien, papi.
El menor se fue dando saltos de felicidad mientras salía de la casa junto a un balde de juguetes que había preparado justamente para ese momento.
Tony volteó en dirección hacia el soldado, sin embargo sintió sus labios ser atrapados en un beso sorpresivo.
—V-Vayamos a mi habitación, Steve. —dijo separándose un instante.
Las manos frías de Steve recorrían su piel desnuda.
Estaba agitado y nervioso.
A pesar que, ya lo habían hecho una vez antes. Tony sentía que era diferente estar completamente expuesto en una cama con las piernas abiertas a hacerlo en una ducha. ¿Qué tenía que hacer para dejarse de sentirse ansioso? No lo sabía, pero su rostro delataba su vergüenza.
—Tranquilo. —dijo Steve alineando su miembro en la entrada del castaño y moviéndose hacia adelante con lentitud—. Iré despacio.
Seguía estando dilatado.

ESTÁS LEYENDO
Inverno
FanfictionEn una fría noche de los días de invierno, Steve está lastimado, traicionado y sin motivos para seguir luchando. No obstante, es encontrado por un pueblerino junto a su hijo que le ofrecen refugio para su impasible corazón. Historia corta, publicad...