Peter Parker...
Spider-Man...
O quien quiera que seas realmente.
¿De verdad creías que existía una posibilidad de que recuperaras tu vida?, ¿de escapar de tu pasado y redimirte con acciones de bondad vacía?, ¿de dejarlo todo atrás y continuar cóm...
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Madeline
Caminaba con pasos lentos mientras daba vuelta una y otra vez a las hojas del periódico que le compré a un tipo en la calle, no tenía mucha prisa por llegar a mi destino, mi corazón latía con rapidez cada que leía cada titulo o subtitulo, temiendo cada vez, encontrar la noticia de una chica diferente con un final tan... trágico.
-Hola Mad- levanté la mirada de golpe mientras me sobresaltaba.
-Peter- miré al rededor, no había muchas personas fuera en el campus ahora mismo, supongo que había estado tan concentrada en mi lectura que no lo noté, le sonreí acusadora -¿ahora apareces de la nada?, ¿qué sigue? ¿vas a saltar sobre los edificios?-
Soltó una pequeña risa que no logré interpretar a pesar de que era una de mis especialidades.
-Así que...- guardé el periódico y centré mi atención en él y en lo enigmático que me parecía -¿ya no te escondes de mi?-
-¿Qué? Ah...- miró a otra parte -yo no estaba escondiéndome de ti-
Peter era más alto que yo pero por alguna razón, así de perfil, me fue más fácil detectar las sombras bajo sus ojos.
-¿Has dormido bien?- me vio de nuevo y señalé sus ojeras pero sin tocarlo.
-No exactamente- y por primera vez en todo el día, sentí que dijo algo sincero -pero tú tampoco- contraatacó.
-Mhm- asentí y seguimos caminando -¿cómo has estado?, ¿resolviste tu asunto?-
Lo miré tras su silencio, tenía una mirada dubitativa que iba del frente al suelo, reaccioné de alguna manera tras su comportamiento.
-Ay no, no fue mi intención ser entrometida- llevé mis manos al frente y negué -es solo que es muy común en mi ser tan abierta y, quería buscar un tema de conversación-
Una punzada me recorrió al darme cuenta lo similar que era este vago intento de plática en comparación con el de cierto héroe.
-No te preocupes, no he resuelto mi...- vio a la nada una fracción de segundos antes de negar y dirigirse a mi con su actitud cotidiana -entonces... ¿eres un libro abierto?-
La mirada que me regaló me recordó a un genio malvado escuchando justo lo que quería para llevar a cabo su retorcido plan, excepto que Peter era la persona con menos malicia que conocía. Bueno, después de Rafa, claro, ambos chicos eran casos perdidos en una ciudad tan cruel como esta.
-Claro- respondí con sencillez mientras me encogía entre hombros -¿y tú?-
-Bueno- revolvió su cabello -es complicado-
-Hagamos un trato- volvió a verme con cierta duda pero bastante interesado -yo te pregunto y tú me preguntas-
-Mad yo...-
-No tienes que decir nada que no quieras- le regalé una pequeña sonrisa que pareció funcionar, me devolvió la sonrisa.
-Es un trato- estiró su mano hacia mi y la tomé con gusto.
