Peter Parker...
Spider-Man...
O quien quiera que seas realmente.
¿De verdad creías que existía una posibilidad de que recuperaras tu vida?, ¿de escapar de tu pasado y redimirte con acciones de bondad vacía?, ¿de dejarlo todo atrás y continuar cóm...
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Madeline
-Por Dios, ¿qué te pasó?- pregunta Rosie viéndome asustada, deja su sagrado café mañanero para acercarse a revisar con cuidado, aunque no había mucho que ver bajo la gasa.
-Unos chicos se pelearon en mi trabajo- respondo, me muevo con cuidado para que las telas que cargo no se caigan, tenía que empezar a trabajar en un nuevo proyecto de costura para mi clase -pero estoy bien, no te preocupes-
-¿Estás segura de que no te duele?- asiento ante su pregunta, me mira con un poco de recelo antes de alzar la mirada.
Otto llegaba y dejaba su maletín después de su primer clase, nos mira sonriendo para comentar algo pero su mueca cambia rápidamente al verme.
Otra vez...
Salgo de la oficina de la coordinadora revisando el folleto que tengo en mis manos, dado que mi trabajo en el Shubert se había terminado, ahora buscaría para hacer mi servicio social en otro lugar, igual que cualquier mortal. Pero aunque mi carrera me apasionaba, nunca pensé que me llevaría TAN lejos.
Guardo el folleto en medio de uno de los libros que tengo en mi mochila y se me cae la lista, la recojo viendo el montón de titulos que Liu había escrito para mí, lo guardo también. Tengo que revisarlos pronto.
-Mad...- alzo la mirada en cuanto escucho la voz de Peter. Le sonrío y saludo con la mano. Al menos hasta que hace la misma mueca de pánico que todos los demás.
Se acerca más rápido de lo que puedo procesar y antes de que me deje decirle nada más tengo sus manos en mis mejillas, sosteniéndome con cuidado para verme.
Siento como las palabras se detienen justo en mi boca, puedo ver que sus labios se mueven diciendo un par de cosas que no escucho realmente. Estoy perdida en sus ojos marrones, como la canción. Tienen el tono exacto a cuando me levanto un domingo de invierno, pero afuera está soleado y estoy de tan buen humor que me preparo un café con miel, esos matices, esas tonalidades. Esa dulzura.
Sonrío imaginando a Peter hacerme compañía un domingo de esos.
-¿Mad? ¿Me estás escuchando?-
-Sí, claro- asiento y aparto la mirada, no tenía idea de que tanto había dicho pero me lo imaginaba -unos clientes se pelearon en el trabajo durante mi turno, terminé en medio pero no es nada- vuelvo a mirarlo -no me duele, en serio-
-¿Estás... bueno, es que...- desacomoda un poco su cabello sin dejar de verme un segundo -bueno, me preocupé al verte así-
-Si, pero no es nada- le quito importancia.
-¿Y hoy volverás al trabajo?-
-No. Beth, mi jefa, me dio la tarde libre para que me recuperara- explico, dejo que sus pasos me guíen debajo de los árboles, donde comimos juntos ese sándwich por primera vez.
