Peter Parker...
Spider-Man...
O quien quiera que seas realmente.
¿De verdad creías que existía una posibilidad de que recuperaras tu vida?, ¿de escapar de tu pasado y redimirte con acciones de bondad vacía?, ¿de dejarlo todo atrás y continuar cóm...
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Peter Estaba sobre el edificio más alto que encontre cerca de Centre Street, tenía una visión bastante clara de la manzana y sus calles allá abajo, me había llevado más de lo que esperaba llegar hasta aquí pero aparentemente aún no sucedía nada.
Tuve que venir, después de que la policía llegara y yo volviera a la central del metro de antes, ya no había nadie, ni rastro de Mister Negative. Ellos se quedaron haciendo lo suyo y yo vine a tratar de impedir lo que sea que vaya a suceder.
Era un museo, así que lo más que podía esperar era un robo, y aunque el Museo Chino tenía una buena recopilación de piezas, nada que estuviera validado para que un magnate mafioso quisiera robarlo.
Pero amaneció y el museo abrió como de costumbre y las calles con poca gente se volvieron un mar de personas yendo y viniendo. Tuve que resignarme y volver al callejón donde la noche anterior había dejado mi mochila, me vestí de civil y salí de regreso a mi casa, cuando llegué puse a cargar mi teléfono el cual estaba apagado y me duché, aún tenía sangre de Antoine en mis manos y tuve que tallar fuerte.
Pobre sujeto, no habíamos tenido un buen inicio pero al menos no pareció tan malo.
¿Y a qué se refería cuando dijo que el tipo que lo contrató le habló de Gwen?, ¿cómo es que él -quien sea que fuera- lo sabía?, ¿y por qué razón decirle algo así?
¿Qué pretendía conseguir?
Salí de la ducha lanzando la toalla mojada al cesto con tanta fuerza que se impulsó hasta mi armario, chocó con toda la ropa que estaba ahí y... la tiró.
Me quedé viéndolo tratando de conservar la calma. Suspiré mientras me acercaba a recoger el desastre.
Estaba bien, no pasaba nada grave, todo estaba bajo control y solamente no había podido salvar la vida de un hombre, un mafioso se había escapado y un matón en motocicleta estaba suelto por la ciudad... ah, mejor ni hablemos del asesino que...
-¡Maldita sea!- tomé lo que tenía en mis manos y lo lancé a otra parte, luego mis zapatos, mis libros y al poco tiempo, mi habitación quedó hecho un desastre.
Me senté en el borde de la cama respirando de forma agitada. Después me acosté mirando fijamente el techo antes de colocarme mis audífonos y dejar que la música sonara a todo volumen.
Me sentía cansado, el colchón parecía más cómodo que de costumbre y en un segundo, todo se volvió oscuro.
Cuando abrí los ojos, todo estaba oscuro y por la ventana podía ver algunos faros que iluminaban la calle y...
Me levanté de golpe, me quité los audífonos y baje saltando las escaleras, ¿ya era de noche otra vez?
Estaba vestido, así que me dirigí a la puerta.
-¿A dónde vas a esta hora?- me quedé helado, miré hacia atrás, mi tía estaba recargada en el marco de la puerta de la cocina.
-A ninguna parte- nos quedamos viendo y pude notar sospecha en sus ojos, decidí relajarme un poco y me acerqué a ella -es que parece que me quedé dormido, desperté y pensé que era de mañana y debía ir a la universidad-
