Capítulo 27

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Madeline

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Madeline

-Fiódor Dostoyevski es el mismo de Crimen y Castigo, ¿no?- asentí tras la pregunta de Peter.

-¿Cuál traes?- levantó un libro de pasta dura y portada roja con retoques dorados -La Casa de los Muertos...- leí para mí misma -cólocala en el apartado de novelas de misterio y suspenso-

Él lo agregó a la pila de misterio que tenía junto suyo.

Los días que me quedaría con Rafa se convirtieron rápidamente en dos semanas muy productivas y habían pasado unas cosas más: Peter había venido un par de veces a casa de Liuba y ahora nos encargábamos de reacomodar todos los libros entre los tres mientras mi amigo estaba en el teatro. Rafa había recibido una caja de chocolates amargos que le regaló a alguien de teatro y otro ramo de flores, esta vez habían sido caléndulas amarillas que el tipo le dio personalmente, Rafa le dijo que sus acciones le incomodaban y supuestamente él le respondió que "Lo entendía" y se marchó sin más. Yo no había tenido contacto con Spiderman desde la charla de los Cuatro Fantásticos y ninguna chica había sido atacada otra vez.

Miré el libro que tenía entre mis manos y me había dejado un tanto pensativa... El Conde de Montecristo.

-Por cierto, Mad- vi a Peter tras unos estantes de cuentos infantiles -mi tía me ha insistido mucho en... bueno, le hablé un poco de ti y de verdad quiere, bueno, queremos los dos, más ella que yo...- incliné la cabeza divertida de verlo tan nervioso, era tan lindo -no es que yo no quiera, si quiero, Dios, claro que quiero, pero la decisión es tuya...-

Escuché la risita de Liuba a varios metros de nosotros, oculta en algun lugar entre todos los libros apilados, pero lo suficientemente cerca para escuchar el balbuceo de Pete Cake.

-¿Qué dices?- algunos tonos rosas llegaron a darle vida a sus mejillas.

-Bueno...- fingí que lo pensaba unos segundos -no me quedó muy claro a que me estabas invitando realmente, pero si es contigo, claro que acepto-

Se rió torpemente al darse cuenta.

-Es que May quiere conocerte- tomó unos libros y los dejó cerca de un montón -yo... te estaba invitando a cenar a mi casa-

¿Conocería a su tía y su casa? Sonaba como un sueño.

-Por supuesto que si- no pude evitar que mi emoción se notara tras mi sonrisa boba -me encantaría-

-Genial, yo le diré- sonrió más tranquilo y vio a otra parte -eh, llevaré estos tomos a la parte de historia-

Cargó un montón de libros con una facilidad que me sorprendió y se alejó entre los pasillos de la casa.

-Parece un buen muchacho- murmuró Liuba en algún lugar.

Tuve que girar un par de veces tras una sofá viejo y un montón de cajas con novelas románticas antes de encontrarla.

TASM: A las sombras de Nueva York (Andrew Garfield)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora