23 - San Valentín

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El primer amor es tan difícil de olvidar, tiene la etiqueta de ser el más importante, el más intenso, el más puro y hermoso pero no siempre es así. El primer amor solo es una fantasía, incluso puede ser unilateral, tan doloroso como no ser correspondido y tener que conformarse con una amistad, pasar años detrás de esa persona tratando de dar lo mejor, teniendo la pequeña esperanza de que las cosas cambiarán, que empezaría a verle con otros ojos pero el corazón no se puede cambiar y se sumó a la resignación, pero no estaba triste, seguirían estando en la vida del otro sin miedo a que tuviera un fin, porque la amistad tiene su punto, no hay tanta desilución, no hay un "terminar".

Escuché en algún lado que existen tres amores en la vida, el primero que suele ser el más dulce y puro, el segundo más intenso, lleno de desilución y dolor pero dejando con enseñanzas en el proceso y el tercero, el último, dónde el amor es verdadero, el que será para toda la vida pero puedo desmentir todo aquello. El primero no fue nada como se describe, siempre hubo un muro entre ambos y para el resto, no está bien que dos alfas se enamoren, aún peor, no está bien hacerlo de un amigo de toda la vida y entendí. Las cosas se superan y la vida sigue, un amor no correspondido no es el fin, ni el caos.

El segundo lo tenía justo en frente y quería que fuera el último, no necesitaba de un tercero. Siempre eh pensado que la mejor manera para enamorarse es cuando no se ve venir, no se planea, no se espera, ni se busca, simplemente sucede y cuando se cuestiona un porque no hay respuesta, eso es amor.
Quizás fue la debilidad de su semblante al conocerlo, el como se aferraba y el como en su mirada buscaba protección, incluso amor. Quizás fue el coqueteo en su manera de hablar, el ligero movimiento de su cabello cuando con la yema de los dedos se peinaba hacía atrás. Quizás fue la manera en que se enojaba por boberías al molestarlo, el como seguido de eso se ponía rojo, el como no era tan "frío" cómo aparentaba y como poco a poco cedía dejando ver la verdad de su ser.

Había estado toda la tarde muy callado a comparación del resto de los días, incluso desanimado, podía intuir el porque. La noche anterior se lo había mencionado, quería que hiciéramos algo "lindo" por ser un día especial pero el orgullo era más grande que el como para aceptar tal "cursilería" según sus palabras, que no éramos nada romántico como para celebrarlo, que tenía que dejar de ser tan infantil, lo decía el niño que con sus palabras hirientes me apuñaló.
Pese a sus palabras, podía ver a simple vista lo que realmente quería, en ocasiones hay que darle un ligero empujón para quebrantar el muro que continúa construyendo. Estoy harto de querer romper el muro otra vez pero siempre vuelvo a caer en la profundidad de sus ojos brillosos.

Tomándolo desprevenido mientras esté se preparaba para dormir, tomo de su cintura y posteriormente lo cargo en sus brazos, aún con el forcejeo logró llevarlo a la sala de estar, estando ya allí con los brazos libres, coloco la música y tomo de la mano de London, la sostuvo tan fuerte para que no huyera pero no tanto como para lastimarlo. Ahora tomaba de su cintura preparándose para "bailar", más que eso quería cantarle un poco teniéndolo cerca, tanto cómo para que sus ojos se reflejarán al verse y así ver la verdad de sus sentimientos hacia el. No creía en sus palabras crueles diciéndole que no le gustaba, que en cualquier momento se iría y olvidaría fácilmente su existencia. No le creía porque era fácil darse cuenta cuando el gatito le besaba, sentía el como se derretía en sus brazos y la mirada que le dedicaba después de eso no se puede describir, estaba seguro que sentía algo más por el, tal vez aún no era amor pero esa era la intención.

La melodía continuaba, había un ligero tambaleó entre ambos tratando de seguir el ritmo y entonces el alfa a modo de susurro continuo con la letra. - "...Nunca me enamoraría, a menos que sea de tu de quien me enamore" -. Continuo con las palabras recitadas, cada sílaba provocaba que la mirada del gatito se desviará, ya no podía mantener el contacto visual y comenzó a querer huir pero sus intensos desesperados por hacerlo solo fracasaban.

- Agh, eres tan estúpido... Ya me quiero ir a dormir. ¡Suéltame ya! -. La verdad era que no quería que lo viera de esa forma, podía sentir como sus mejillas tomaban color y eso lo delataba. Estaba tan ocupado tratando de escapar que no se fijó en la expresión del alfa, se veía herido y triste, eso hizo que se detuviera de a poco. La luz era baja como para ver a detalle pero era notable lo que había causado. En ese instante sintió una pequeña punzada en el corazón, se sentía culpable y en un momento se odio a si mismo por no poder evitar ser cruel con aquel hombre pero solo era un niño asustado tratando de evitar que el dolor fuera causado a su corazón más de lo que ya había experimentado antes, nuevamente no.

No quería admitir que si le gustaba ese alfa, porque esa era la prueba de su debilidad, de darle el poder de lastimarlo cuando quisiera y no quería ser dañado, tenía tan presente ese pensamiento. No podía encariñarse, desde el principio no debió quedarse más tiempo del debido pero nunca conoció la calidez de una persona, el cuidado y la adoración simplemente por su existencia, sin buscar algo más como suelen hacerlo. Era bastante difícil confiar pero verlo herido a causa suya era doloroso, ahora era el quien lastimaba, eso no es bueno, no quería convertirse en ese tipo de persona.

Tal vez estuvo por un buen tiempo debatiendo internamente pero el alfa ya había soltado el agarre hacia su cuerpo como si se hubiera rendido. Sintió miedo de que se rindiera con el, que lo hiciera de verdad. Antes de que el alfa se fuera, con ambas de sus manos cubrió sus ojos asegurándose de que no le viera.

- Si intentas ver te golpeare -, De esa forma podía combatir contra su timidez y el alfa se mantuvo quieto a pesar de la sorpresa de sus actos, logró depositar un pequeño beso en los labios del alfa con dificultad, era alto como para hacerlo por su propia cuenta. - Lo diré una vez, así que escucha bien -, Fue nuevamente el silencio quien tomaba protagonismo. Alex estaba por hablar cuando fue interrumpido por una voz muy bajita, incluso entrecortada. - Me... Si... Si me gus...tas -. Con esas simples pero significativas palabras estaba aceptando la derrota y la debilidad que quería ocultar pero valía un poquito la pena.

La apenas audible voz del pequeño fue suficiente para que el semblante de Alex cambiará, la emoción que tenía en un comienzo volvió. Tomo a London en sus brazos cargandolo a la vez, estaba tan feliz como para no llenarlo de besos y sellar el acto con uno más profundo, no importaba si se quedaban sin aliento. Era la segunda vez que se enamoraba y el ser correspondido por ello era la verdadera felicidad, pensó que no volvería a amar pero estaba equivocado, el amor siempre llega de una u otra forma, a veces cuesta y es difícil pero se da.

- ¡Ahora podemos ser novios! -. Continuaba con la euforia sin soltar a London que volvía a querer escapar, no odiaba lo que estaba pasando pero era demasiado para su corazón quien latía salvajemente.
El alfa sabia perfectamente que una relación romántica con un Atavío era mal vista pero no importaba, solo ese momento importaba.

- Vamos responde, ¿Vas a ser mío? -. Al instante recibió una respuesta.

- Claro que no -, Seguía sin medir la forma en la que decía sus palabras pero lo corrigió. - No eres siquiera mi dueño pero... Si fuera el caso, tu serías quien es mío. -. Fue suficiente para que fuera llenado de besos otra vez, su rostro estaba todo babeando por ello, ahora podía compararlo con un perro.

- Estoy de acuerdo pero justo ahora yo quiero hacerte mío. -, Los besos eufóricos fueron reemplazados por unos tranquilos, suaves y lentos que buscaban degustar el sabor de la piel del gatito, quien ya estaba reaccionando ante ellos, se había vuelto tan débil ante sus toques. - Vamos a darnos nuestro regalo de San Valentín... -. Nuevamente lo subió a sus brazos regresando a la habitación.

- Okey... Pero quiero ir arriba -. Quizás podía escucharse el como su corazón estaba acelerado y no era por los besos, en realidad esa era su primera vez estando enamorado de alguien, de un alfa, uno de esos que tanto habia estado detestando pero es que Alex era más que su rango. Si el amor se sentía de alguna forma, era precisamente esa. Lo amaba.

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Ilusión | Yaoi Omegaverse [En Corrección]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora