Nunca anhele algo con tanta fuerza como a él. Aquel niño me daba vida y yo me estaba aferrando desesperadamente a no morir, aún cuando lo había pensando y deseando constantemente toda mi vida.Daría todo por el, todo lo que estuviera en mis manos mientras las tuviera en ellas pero parecía no ser suficiente, nunca era suficiente y como si deseara escapar de mi, miraba al exterior deseoso y no podía hacer más que sentirme frustrado. ¿Era tan malo estar aquí? Para mí era el paraíso en la tierra, no necesitaba más y si estuviera en mis capacidades, nunca más saldría de esa ilusión pero el no parecía pensar igual.
Desesperadamente intentaba hacerlo mío, marcar cada parte de su cuerpo, no importaba si llegaba a lagrimear y llorar, necesita hacerlo.. . .
── Perdóname... Por favor perdóname... ──Rogaba de rodillas a sus pies, odiandose a si mismo como si estuviera arrepentido y lo estaba pero a pesar de ello, no significa que no lo volvería a hacer de nuevo en otra ocasión.
El Omega no decía nada, simplemente intentaba cubrirse con las sábanas mientras limpiaba sus ojos acuosos. Así era siempre que se volvía codicioso por más libertad. Terminaba siendo mordido y sostenido con fuerza, aunque el alfa no se lo decía directamente, sabía que su actuar era por eso, por sus deseos de algo que el no podía darle o más bien no quería darle.── ¿Por qué es tan difícil que te quedes a mi lado? ──El alfa se apoyaba sobre las piernas del Omega mientras lloraba ocultando su rostro.── ¿Es tan malo vivir aquí conmigo? ¿Porque no es suficiente? ──Su voz de escuchaba cada vez más desesperada y lastimera.── ¿No soy suficiente? ──Levanto la vista para encontrarse con los ojos del Omega. No era la primera vez que le pedía perdón de esa forma pero si la primera vez que se rompía frente a él.
Los ojos del Omega quedaron pasmados ante lo que presenciaba y como si el corazón se le estrujara por dentro, le dolió el pecho. Sintió tanta compasión y tristeza por el, por verlo así, tanto que en voz baja susurro que lo perdonaba.
Fue después de aquella ocasión que comenzaron los mareos y malestares matutinos. El alfa sabía bien lo que significa aquello pero tenía miedo de decirle al niño lo que estaba sucediendo y dejo pasar el tiempo buscando las palabras adecuadas para no asustarlo. Aunque intento ocultarlo, fue el dia del cumpleaños número 14 del Omega, que aquel doctor llegó de visita inesperadamente.
── Te estás tardando, hicimos un trato. ──Menciono el doctor aprovechando que el niño estaba distraído abriendo los regalos junto a su amigo.
── Ahora no es el momento. ──Corto en seco las palabras de Damián, aún no había preparado el discurso perfecto para excusarse con el Omega. También estaba asustado de su reacción, de lo que seguiría después y de como iba a sobrellevar el que le quitaran al bebé.
── Los últimos exámenes rutinarios salieron muy bien, ya está estable. Tienes un mes para hacerlo. ──Esta vez el doctor Damián sonó más serio.
No podía negarse más, tiene una deuda que cumplir aunque en realidad ya lo había hecho y los primeros síntomas de embarazo lo confirmaban.
De no ser por aquel doctor, Didian no recibiría el tratamiento para estabilizarse en secreto del resto de funcionarios del laboratorio, y como consecuencia continuaría sufriendo por los celos irregulares, intenso y doloroso, sin contar que se enfermaba constantemente. Tenía que agradecerle a Damián por ocultar su estado del resto de médicos para evitar que sea estudiado y descubierto como un posible gestante de un verdadero Omega.El mes que paso lo dedico a intentar explicarle a Didian lo que sucedía y estaba por suceder pero los días pasaron rápido y con ellos se cumplió el plazo. En un mensaje de texto le aviso al doctor que lo había hecho, estaba seguro que el niño estaba en cinta y eso fue suficiente para que el doctor se impaciente por confirmarlo.
Damian llegó a la casa con un par de cosas en las manos, se trataba de los instrumentos necesarios para tomar un par de muestras de sangre del Omega. Le habían dicho que sería algo rutinario como siempre, a petición de David quien aún continuaba ocultando la verdad pero cuando a los dos días regreso Damián con los resultados positivos del examen de sangre, ya no tuvo más tiempo para mentir.── Tiene poco más de un mes, felicidades. ──Lo dijo con una gran sonrisa en su rostro.── El Atavio tendrá un bebé. ──Fue en cuanto termino de pronunciar esas palabras que escucho el caer de un cristal detrás suyo, no muy lejos. Se trataba de Didian quien se disculpo por tirar el vaso de agua mientras corría apresurado a su habitación.
Estaba jodido, el lo había escuchado todo.Intento hablar con él después de que Damián se fuera pero la puerta de la habitación estaba con seguro y aunque insistió en qué le abriera para hablar, no lo hizo. Quiza lo mejor era darle algo de espacio pero no salió al día siguiente, final siguiente de ese.
Una madrugada escucho como había movimiento en la cocina, por fin se había decidido en salir debido al hambre y fue el momento perfecto para abordarlo, al menos alcanzó a sostener la puerta de la habitación antes de que la cerrará de nuevo. El omega se veía desesperado intentado cerrar la puerta del otro lado con todas sus fuerzas y el alfa intentaba impedirlo.── Didian, escúchame. Solo déjame explicarte... Por favor. ──La puerta se abrió dejando ver la silueta decaída del Omega. Tenía los ojos hinchados y el rostro marcado por rastros de lágrimas. En ese momento se odio aún más por haberle hecho eso pero de otra forma iba a perderlo, no podía permitir eso.── Yo... ──Ni siquiera sabía cómo comenzar, solo deseaba tomarlo en sus brazos.── Lamento no habértelo dicho antes, lamento no haberte explicado lo que estaba pasando... Es complicado. ──Didian se negaba a mirarlo a los ojos y nuevamente comenzaba a sollozar intentando guardar silencio.
── Tenía que hacerlo, de otra forma ellos te harían daño. Pensaban llevarte lejos de mi... No quiero imaginar lo que intentaría hacerte... Los exámenes, experimentos... ──Hablaba mientras se imaginaba los terribles escenarios que le causaban escalofríos.── Por favor mírame. ──Sentia que no estaba siendo escuchado del todo y nuevamente se estaba despertando porque el Omega se mostraba distante. Sentía que lo estaba perdiendo aún cuando estaba en frente suyo.
── Por favor, mírame... ──Se dejó caer en el suelo de rodillas, mirando hacia arriba, buscando desesperadamente la atención de esos hermosos ojos.── No soy nada sin ti... No puedo vivir sin ti... Por favor, mírame... ──Su voz aún más desesperada e incluso entrecortada.── No tuve opción... Te amo demasiado como para dejarte ir... Perdóname Didian, por favor no me odies... Te lo suplico. ──Sus ojos cristalizados lograron captar la mirada del Omega quien dejó de llorar por un instante mientras lo observaba en silencio. Esa pausa tan vacía le ponía a temblar, tenía miedo, tanto miedo de no ser perdonado está vez y podía entenderlo, comprendía bien el peso de sus acciones y egoísmo al querer mantenerlo a su lado.
Todo el miedo y ansiedad que sentía en ese momento por ser abandonado de alguna forma, se esfumó al menos por un momento cuando sintió los cálidos brazos del Omega rodeando su cuello y pegandose a su cuerpo buscando consuelo, también lo necesitaba.Podía sentir la humedad a un costado de su cuello. El niño que parecía estar enojado hace unos minutos, ahora estaba llorando a todo pulmón, incluso su respiración era errada mientras.── Eres todo lo que tengo... ──Susurro el alfa al abrazarlo con más fuerza, como si fuera el último abrazo pero no lo fue.
Y aunque había conseguido el perdón del niño, aquel no volvió a ser el mismo que conoció hace unos años. Lamentaba tanto eso, lamentaba tanto no saber cómo amar adecuadamente, lo había evitado tanto antes y ahora estaba pagando las consecuencias de su temor. No podía seguir cometiendo más errores y aún no había mencionado la peor parte: una vez que naciera el bebé, ni siquiera podría tenerlo en brazos una vez y ya más nunca lo volvería a ver. Aquel niño era el precio a pagar con tal de tenerlo eternamente a su lado.
Didian, descontrol de mis impulsos, cura de mis tormentos. Pecado mío, adicción mía.
A-mor: labios que se separan en una vocal para luego juntarse en una O, preciosa palabra, descripción de lo nuestro.
Era amor, sencillamente amor, por aquel de un metro cincuenta y tres, siempre con el cabello ondulado como olas de mar, con la sonrisa tierna y largas pestañas. Era Didian al nombrarse. Era el pequeño niño al besarme. Di-Di-an, era Didi al apodarse pero en mis brazos y en la palma de mis manos siempre fue mío, tan mío desde el primer instante. La razón de mi existencia, la luz, la perdición.
Mi amor.
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Ilusión | Yaoi Omegaverse [En Corrección]
No FicciónDespués de que los omegas comenzarán a enfermar y morir, la necesidad de estos para los alfas conllevó a que se crearán los Atavío, "el falso omega". El objeto viviente de la sociedad. . . . Triggers | Referencia a la novela "Lolita" Contenido +18. ...