Mahidevran había hablado con el sultán sobre la cena, aunque fue interrumpida por la princesa Isabella la cual había llegado a los aposentos haciendo una reverencia, parecía que había sido arreglada para enviarla a los aposentos del sultán
-Su majestad, sultana.- Dijo Isabella haciendo una leve reverencia -Es un gusto estar en su presencia mi sultán.-
-Princesa.- Contestó Mahidevran con tranquilidad
-Princesa Isabella ¿Qué hace aquí? Falta todavía tiempo para que venga a pasar la noche conmigo.- Contestó el sultán mirándola
-La sultana Hatice me mando, dijo que era el momento perfecto para venir.- Contestó la princesa mirándolo en silencio
-Comprendo, aún así puedes venir a la cena con nosotros. Hablaremos con nuestros invitados sobre el compromiso de mi hija.- Murmuro incómodo
-Su excelencia Raziye es una sultana muy hermosa e inteligente, presiento que será una excelente duquesa en las tierras del hijo del duque.- Contestó con forma calma
-Allah la escuche, princesa debería ir a cambiarse. Puede usar sus vestidos típicos.- Contestó MahidevranLa princesa entendió la indirecta y se reverenció para caminar hacia atrás saliendo de los aposentos guiándose hacia los aposentos de la sultana Hatice. Al llegar, hizo otra reverencia y se acercó mientras tenía una mueca disgustada en los labios
-La sultana Mahidevran estaba en los aposentos del sultán.- Murmuro incomoda
-¿Qué estaban haciendo?- Preguntó Hatice mientras miraba mal a Sah
-Hablaban sobre una cena, dijo que estaba invitada pero no entiendo yo que tengo que ver.- Dijo extrañada
-Entonces irás con el sultán luego de eso, yo debo hacer unas cosas antes que la cena. Ve a prepararte porfavor.- Pidió mientras se levantaba y salía
-Isabella, será mejor que tengas cuidado y no te enfrentes directamente a Mahidevran. Puede parecer débil pero es inteligente.-Al terminar de hablar, la sultana se levantó y salió de ahí mientras era seguida de sus criadas. Llenos hacia los aposentos de Mahidevran y al llegar, fue a abrazar a sus sobrinos para esperar la llegada de la madre de estos.
Mahidevran llegó a sus aposentos luego de hablar con el sultán y miró a la otra sultana haciendo una suave reverencia, para mirar hacia Gulsah
-Fátima, lleva a los príncipes y sultanas al jardín.- Pidió amablemente
-Si mi sultana.- Murmuro la hatun
Cuando salió, Mahidevran se sentó enfrente de la otra sultana manteniendo una mirada seria, aunque en el fondo estaba tensa-Mahidevran me gustaría hablar contigo seriamente sobre todo el tema de Hatice, el emperador y la muerte de Hürrem. Creo que debes jugar mejor tus cartas y aunque creas que estoy de parte de Hatice, la verdad es que no. Te recomiendo alejarte de ese guardia.- Advirtió mientras la miraba con seriedad -Aunque parezca que tienes aliados, en cualquier momento te pueden traicionar.- Advirtió nuevamente
-Sultana no comprendo que tiene que ver mi guardia en esto.- Defendió la castaña con enojo
-Se que estás enamorada, pero el amor ciega a las personas más fuertes. Solo te advierto.- Murmuro más bajo al saber que el guardia rondaba por ahí
-Yo...- Antes de que pudiera contestar, cerró la boca
-Hatice no se detendrá hasta probar tu culpabilidad, no importa si es con tus hijos. Hará lo que sea necesario.- Al terminar, suspiroSah se levantó y salió de ahí sin ser vista. Mientras Mahidevran se quedaba quieta pensando en lo que le había dicho, momentos después vio a Akar entrar a sus aposentos haciendo una reverencia.
-Akar.- Murmuro Mahidevran
-Sultana, debe ser preparada el sultán a mandado las invitaciones.- Murmuro el guardia de forma algo frívola
-Ve por mis hijos, ahora.- Ordeno levantándoseAl quedar sola, se acercó al espejo mientras se movía incómoda ¿Debía intentarlo nuevamente con Süleyman para poder protegerse? ¿Debía confiar en Akar? Las preguntas rondaban en su cabeza mientras movía los pies y llamaba a sus criadas para que la ayudaran a cambiarse, dejando que le prepararan un baño
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𝑶𝒑𝒐𝒓𝒕𝒖𝒏𝒊𝒅𝒂𝒅𝒆𝒔- 𝑴𝒂𝒉𝒊𝒅𝒆𝒗𝒓𝒂𝒏 𝑺𝒖𝒍𝒕𝒂𝒏
Ficción históricaMahidevran Sultán, la primera esposa del sultán Süleyman y madre de su heredero Mustafa. Tenia oportunidades que no cualquier mujer podía poseer. Cuando llegó la concubina rusa Alexandra y le quito todo, ella se centró en cuidar de su hijo pero..es...