𝑶𝒑𝒐𝒓𝒕𝒖𝒏𝒊𝒅𝒂𝒅𝒆𝒔- 𝑴𝒂𝒉𝒊𝒅𝒆𝒗𝒓𝒂𝒏 𝑺𝒖𝒍𝒕𝒂𝒏

୧ ׅ𖥔 ۫ 𝑻𝒆𝒏 ⋄ 𓍯

Luego de la celebración en el harem, Hasfa se retiró a sus aposentos seguida de Rashta. Mahidevran estaba tensa por el enfrentamiento de Raziye con su abuela por lo que pidió que volviera con ellas y al momento en el que llegó Raziye e hizo una reverencia leve hacia su madre
-Madre...yo lo lamento mucho- Se sentó en ellas faldas de su madre y le besó las manos -Usted es mi adoración y me ofusqué con mi abuela- Dijo de forma penosa como forma de pedir perdón
-Lo entiendo mi vida pero sigue siendo tu abuela, los problemas entre ella y yo son nuestros- Dió suaves caricias en la mejilla de su hija con cariño -Seguirá siendo tu abuela a pesar de todo y debes respetarla- Le dio un suave beso en la cabeza -Vallan a descansar, debo ir con su padre- Dijo de forma tranquila y luego se levantó recibiendo las reverencias para salir hacia sus aposentos
Salió con sus hijos del harem hacia sus aposentos mientras ponía las manos en su vientre, al llegar a sus aposentos fue cambiada y sus hijos sonreían dándole cumplidos
-Se ve hermosa madre- Dijo Mehmed besando las manos de su madre
-Muchas gracias mi león- Dijo orgullosa mientras le acariciaba la mejilla
-Pues claro que es hermosa,  es nuestra madre- Dijo riendo Mustafa mientras abrazaba a su madre
-Ustedes son los más barberos de todos- Dijo riendo Mahidevran mientras les acariciaba el cabello y se acercaba a Bayaceto y selim para cargarlos -Y ustedes mis leones, deben dormir temprano que oí que no dormían ayer- Dijo dándole besos en la frente con cuidado

Mahidevran salió de sus aposentos acompañada de Gulsah la cual la cuidaba de que no tuviera ni una sola incomodidad, al llegar a los aposentos del sultán pidió verlo aunque un aga la volteo a ver con algo de pena
-Sultana...su majestad está con su harem- Mencionó el joven bajando la cabeza
-¿Rashta?- Preguntó directamente mientras lo miraba, tenía incomodidad de saberlo pero necesitaba saber si Süleyman era tan tonto como para dejar que esa mujer entrara en su cama
-Si sultana- Contestó el aga mientras intentaba no mirarla
-Abre la puerta- Pidió de forma amable, el sultán había dejado en claro que ella podría entrar libremente a sus aposentos por lo que el aga, solo suspiro y abrió la puerta anunciando a la sultana
-"¡Destur, Bas Haseki Mahidevran Sultán Hazetleri!"

Mahidevran entró a los aposentos con total calma mirando hacia la cama, el sultán estaba encima de una albina con el cabello totalmente alborotado. La sultana tenía un rostro serio, en el fondo de ella sentía dolor de pecho y se sentía tonta por seguir sintiendo algo por el sultán sin embargo en su cara reflejaba seriedad y neutralidad. Tenía las manos en su vientre y su lenguaje corporal parecía tranquilo
-Süleyman, Rashta- Habló de forma suave y con la voz más rasposa de lo que hubiera querido
El sultán se detuvo en seco al oír la presentación y la voz de su esposa, mientras se sentaba en la cama poniéndose la bata que tenía cerca
-Mahi..Mahidevran- Dijo el sultán de forma agitada
La albina se había sentado cubriéndose con una manta con una sonrisa triunfante en la cama, mientras miraba a la castaña con burla
-¿Si?- Dijo con sorna la sultana mientras mostraba una sonrisa indiferente -Parece que está disfrutando de su harem ¿debería esperar tres minutos afuera o adentro?- Se cruzó de brazos levantando levemente la barbilla
El sultán mostró una mueca ante el comentario de su esposa, y luego jalo a la albina fuera de la cama
-Largo mujer, vete de mis aposentos- Dijo empujándola mientras le aventaba el vestido
-Pero su majestad...- Dijo la albina levantando sus cosas con rapidez mientras sentía una ofensa hacia ella, pero al ver la mirada del sultán solo hizo una reverencia saliendo de los aposentos envuelta en una manta
-No me toques- Dijo Mahidevran quitando la mano del sultán con brusquedad -Solo vine a decir que la fiesta en el harem se hizo y tú madre ya recibió el nuevo decreto de mi título y mi falta de reverencia- Volteo a ver el sultán, el cual ya estaba esperando el reproche
-Mahidevran esto es un harem y...- Intentó defenderse el sultán
-Y usted es un hombre que a pesar de las claras intenciones de su madre se deja manipular- Contraatacó la sultana mirándolo
-No voy a permitir que me hables así- Reprocho en un intento de regañarla
-¿Y que va a hacer? ¿Lanzarme una botella, ejecutarme, mandarme al viejo palacio?- Contestó de forma hiriente Mahidevran -¿En serio cree que sigo amándolo después de todo?- Miró la cara del sultán, la cual estaba descompuesta -¿De verdad? Por allah, sigo aquí por mis hijos y sonrió con usted por mis hijos. Usted hace mucho que dejo de ser mi prioridad, me desplazo y no espero que me vuelva a poner en un pedestal. No me interesa si se acuesta con todo Estambul y sus al rededores, pero si me interesa que tipo de persona deja entrar en mi familia- Hablo de forma seria, estaba cansada y eso lo había dejado en claro
-Mahidevran sigues siendo mi esposa, y una sultana así que compórtate como tal- Contestó el sultán de forma irritada, lo estaba cansando
-¿Y como se comporta una sultana? ¿Debo lucir una tiara y sentarme sonriendo y lucir bonita? Entonces será mejor que dejes a esa concubina embarazada cuanto antes, para que ella sea tu modelo Perfecto de esposa- Al terminar de hablar, se hecho hacia atrás -No lo quiero ver, me pone mal verlo siendo un cretino como siempre. Y solo nos veremos en el nacimiento de mi hijo- Puso las manos en su vientre mientras lo miraba -Ahora valla, que la serpiente blanca lo está esperando- Salió de los aposentos sin reparo alguno

Rashta estaba fuera de los aposentos, acompañada de la señorita Firial la cual la reprendía muy severamente por no terminar con su tarea aunque al ver a Mahidevran solo hizo reverencia y continuó callada, Rashta agarro a Mahidevran de un brazo y fue uno de los peores movimientos que podría haber hecho (y más afuera de los aposentos del sultán)
-Mahidevran tu reinado acabará en el momento en el que me casé con su majestad y tenga a sus hijos- Dijo con una sonrisa en la cara
-No me pongas las manos encima- Fue lo único que contesto mientras se zafaba de su agarre -Anda ve, se ve que te adora- Dijo de forma simple, como si le hubiera entrado por un oído el comentario y salió del otro

Mahidevran regresó a sus aposentos pero antes se escabulló por los pasillos del palacio, sus ojos estaban levemente mojados y aunque no quería admitirlo le había dolido que aceptara a otra concubina cuando a penas se había enterado de su embarazo, pero ella había jurado por sus hijos que no la verían llorando así que se sentó en una esquina y empezó a desahogarse mientras abrazaba sus piernas. Sentía coraje, mucho coraje de que él pudiera ser tan fácilmente manipulado y que no la respetara como era debido sin embargo intentaba parar de llorar ya que no quería volver a caer en la miseria por culpa del mismo hombre. Daye miraba a la sultana a una distancia prudente aunque se notaba afectada por el estado de está, por lo que decidió mantener esa información para ella y nadie más, no iría con la madre sultana a contarle ya que se lo restregaría y sentía que ese dolor era suficiente