Capítulo 24: "Me Equivoqué"

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Me había quedado dormida alrededor de las cuatro de la madrugada, con mis libros en mis manos, lápices y papeles por todos lados.

Para mi mala suerte, había olvidado mi teléfono en la casa de Harrison, no tenía como avisarle que en la tarde viniera por mi para ir a la pista de patinaje. Pero siendo sincera, me había despertado con un mejor ánimo, dudando si lo de anoche había sido un sueño y había pasado de verdad, Loki regresó, estaba bien y estábamos bien nosotros.

Fue horrible haber pensado en que le había pasado algo tan malo que le impedía volver, sentía que me ahogaba imaginando todas las posibilidades, pero afortunadamente no fue el caso. Tenía razón en pensar que era puro orgullo del dios, ojalá supiera la cantidad de daño que me hizo no verlo por tantos días.

Y cuanto daño me sigue haciendo lo que siento por él, creí que ya había logrado reducir un poco la intensidad de mi amor por él, pero le fue suficiente con aparecer para que revolucionara otra vez todo en mi interior.

No entiendo qué es lo que tiene Loki, que me vuelve completamente loca.

Como cada sábado, Emma golpeó mi puerta y yo me sentí emocionada de que lo hiciera, porque quería que Loki la viera otra vez y recibiera el regalo que lleva dos meses esperando por él. Pero me llevé una pequeña decepción.

–Hola Cam. –Me saludó la niña con lo que sospecho era tristeza y enojo.

–Hola Emma. –La Saludé de vuelta y me incliné a su altura para besar su frente. –¿Qué tienes? ¿Está todo bien? –Ella negó.

–No puedo venir contigo hoy, estoy castigada.

Ugh, eso hasta mi me molestaba.

–Lo lamento mucho. –Le respondí arreglando algunos mechones de su rubio cabello que estaban desordenados. –Pero hazle caso a mamá y ven luego, el príncipe regresó y quiere ver su regalo.

Sus ojos se iluminan y aparece su tierna sonrisa, enseñándome sus dientes de leche que pronto van a ir desapareciendo conforme pase el tiempo.

–¿Y puedo venir mañana si cumplo con mi castigo?

–Pregúntale a mamá, pero ya sabes que yo no tengo ningún problema, voy a estar aquí.

–¡Gracias Cam! –Exclamó para abrazarme lo más fuerte que sus pequeños brazos le permitían.

Y regresó corriendo a su departamento, olvidando todo la frustración que su castigo le había provocado. Yo era igual, cuando me castigaban sentía que se me terminaba el mundo, pero es necesario y no le hace mal a ningún niño. Son lecciones.

A media tarde decidí que tenía que ir a la casa de Harrison por mi teléfono y tal vez a partir de ahí ya podíamos ir a la pista de patinaje. Me emociona tanto ir allá, en otra vida hubiera sido una gran patinadora, pero en esta, hoy sería la primera vez que experimentaría la sensación de patinar sobre hielo. Solo espero no romperme una pierna.

Animada como una niña, tomé un taxi para ir con mi novio, rogando porque estuviera en casa. Necesitaba mi teléfono y no quería tener que esperarlo, aunque no recuerdo que él mencionara nada sobre que hoy tuviera alguna reunión o algo importante qué hacer, lo más seguro es que él estaba en casa ahora. Aprovechando el fin de semana para descansar y mirar su programa de TV favorito.

Golpee la puerta tres veces y esperé, pero pasados los minutos, Harrison no me abría, ni siquiera respondía. Tal vez no estaba en casa, y lo peor es que no tenía mi teléfono para llamarlo, osea que no tenía manera de comunicarme con él. Insistí una vez más y esperé, tal vez estaba en el baño y no me había escuchado.

Su Secreto《Loki Laufeyson》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora