–¿Que pasó? –Pregunté en voz alta a las muchas personas que estaban fuera de mi casa, entre ellos, civiles y policías. Mi corazón se aceleró un montón y al ver que nadie me respondía y comencé a empujarlos a todos. –¿Dónde está mi madre? ¿Qué le hicieron? –Grité llamando la atención de los policias que inmediatamente me impidieron el ingreso a mi casa.
–Señorita, no puede entrar, esto es propiedad privada y nos encontramos trabajando.
–Es mi casa. –Exclamé dándole un montón de golpes al policía en su pecho para que me dejara pasar. Normalmente soy muy pacífica, voy por el diálogo y respeto el trabajo de ellos porque lo merecen, pero se trataba de mi casa y de mi madre, algo le había pasado. De alguna manera logré zafarme de su agarre y entrar corriendo a mi casa, donde encontré a más policías y un montón de médicos. Mi madre yacía en el suelo, había sangre, casi me desmayé de la cantidad de sangre que había. –Mamá. –Grité como una loca llamando la atención de todos e intenté llegar a ella pero me lo impidieron otra vez.
–Camille, ¿Eres Camille cierto? –Me preguntó esta vez una policía del sexo femenino. –A tu madre la están atendiendo, no te preocupes, harán todo lo que sea por ella.
–¿Pero que pasó? ¿Que le hicieron? –Insistí forcejeando con la mujer de uniforme azul, sin apartar la vista de mamá, no podía ver su cara, no podía ver si estaba consciente, solo veía sus piernas y un poco de su abdomen.
–Hubo una discusión con un hombre y ese hombre la lastimó con un arma de fuego, pero se la llevarán y se pondrá bien, ahora tranquilízate un poco y vamos a hablar. –Me dijo mientras me sujetaba por los hombros e intentaba hacer que la mirara a ella. Vi que levantaron del suelo a mi mamá en una camilla y tenían intenciones de llevársela, me culpé por no haber llegado antes o no haber escuchado su llamado, me pidió ayuda y no se la di.
Todo a mi alrededor se desvaneció y según lo poco que recuerdo, tuvieron que darme atención médica a mi también y me trasladaron al hospital que llevaban a mi madre en una patrulla policial, detrás de la ambulancia que se movía a toda velocidad por la ciudad. Y nadie me explicaba nada, nadie respondía mis preguntas, rra claro que mi madre estaba a punto de morir, estaba grave, sino no me ocultarían la información de ese modo.
–¿Camille Rivera? –Escuché que preguntaron por mi mientras caminaba de un lado a otro por la sala de espera, con expectativas de que pronto algún médico me diera el diagnóstico y sobre todo me dijeran quien era el responsable de todo esto. Nosotras no teníamos enemigos, o al menos que yo supiera.
–Si, soy yo. –Era un nuevo policía, alto, con un buen porte.
–Gusto en conocerte, siéntate que quiero conversar contigo sobre tu mamá. –Carraspeo algo nerviosa por lo que me va a decir. –Recibimos el llamado a las 8 a.m por parte de los vecinos por una fuerte discusión entre tu mamá y un hombre de unos cuarenta y tantos, no lo pudimos identificar, se dio a la fuga tres minutos antes de que nosotros llegáramos al lugar. Según el relato de los vecinos, se escucharon dos disparos, uno de ellos impactó en el hombro y el otro en el ojo derecho. –Me llevé la mano a la boca, estaba totalmente perpleja, me angustiaba la idea de que mi madre estaba allí adentro luchando por su vida. Un disparo en el ojo comprometía mucho su vida y ni hablar del sentido de la vista. –¿Puedes decirnos algún nombre para dar con el culpable?
–No sé quién pudo haberlo hecho, no sé de ningún enemigo de mamá y yo no los tengo, soy una persona honesta, solo voy a estudiar y trabajar. –Le cuento al oficial mientras comienzo a llorar de angustia. No tuve ni tengo la relación con mi mamá que desearía tener, pero por nada del mundo quiero perderla. Yo no tengo hermanos, mi padre no está desde hace años y ella es lo único que tengo, ¿Quién pudo haberle hecho esto?
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Su Secreto《Loki Laufeyson》
Fanfiction¿Es posible enamorarse de alguien que no existe? Sucede todo el tiempo, y Camille no es la excepción. ¿Y si él no es tan ficticio como ella cree? Siempre le ha gustado Marvel y su personaje favorito es el dios de las mentiras, nunca ha faltado al...