Capítulo 16: "Un Príncipe"

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–Fresas con crema. –Loki repitió buscándole un significado.

–No me digas que no existe el chantilly en Asgard...o las fresas.

–Tal vez tiene otro nombre, déjame probar.

Le serví a Loki un buen número de fresas con crema, esperando que le gustara, de lo contrario será más para mi. No tengo ni idea sobre sus gustos en comida, imagino que siendo príncipe de Asgard ha pasado toda la vida comiendo cosas muy finas y extrañas que acá en la Tierra no existen. Pero no lo sé, no me arriesgo a decir que Loki tiene una inclinación por lo dulce o por lo salado, esperaré a que me sorprenda.

Él se lleva la cuchara a la boca y mastica la fruta sin demostrarme ninguna señal de disgusto, parecía estar evaluando y yo esperaba el veredicto ansiosa, necesito saber si en Asgard se comen estas cosas, o al menos si existen, de lo contrario ya sé como puedo conquistar el estómago del dios del engaño...¿Pero por qué querría conquistar el estómago de Loki? Por quien me debería preocupar es por Harrison, que será difícil conquistarlo, es dueño del restaurante. Ni siquiera debería esforzarme en pensar de qué manera enamorarlo, el hombre me besó, yo ya gané. Mejor debería pensar en otra cosa.

–¿Y bien?

–Es delicioso, nunca antes había probado ésto. –Mencionó en referencia al chantilly mientras se llevaba una segunda cucharada a la boca.

–Buen provecho entonces. –Dije con lástima de que le gustó, porque no tendré la excusa para comer dos veces y romper un poco con la dieta. –Oye Loki, ¿Qué te he dicho sobre venir a mi casa así de la nada? Es mi casa, al menos avísame de alguna forma, no quiero que algún día me encuentres en una situación comprometedora por tus apariciones espontáneas.

–No soy tonto, sé cuando puedo venir y cuando no. –Me indicó mientras se devoraba las fresas, dejando pequeños rastros de crema en su boca que él mismo se encargaba de eliminar con la lengua. Ay no, ¿Por qué tiene que hacer eso? Yo de verdad creo que Loki puede leerme la mente, sabe que ansío besar sus finos labios desde los incómodos momentos en el elevador, y por eso hace esas cosas. Sé que Harrison es el hombre que siempre soñé conocer, pero si Loki tomara la decisión de besarme o si yo me atrevo y él me acepta, soy capaz de nunca más volver a ver al primero. Los sentimientos que tengo por el dios del engaño son más fuertes, crecieron demasiado rápido.

–No estoy diciendo que seas tonto, solo que me avises.

–Bueno, ¿Y como pretendes que te avise? ¿Con señales en el cielo o algo así? –Preguntó dejándome a mí en el lugar de tonta. –Sino quieres volver a verme solo dímelo, Camille.

–Estás agregando cosas que yo nunca dije.

–No lo dices, pero lo piensas.

–¿Y cómo sabes eso? ¿Puedes leerme la mente Loki? ¿Sabes cuales son cada una de las cosas que pienso ahora mismo?

Loki dejó las fresas a medio terminar a un lado y suspiró, incómodo por esa pregunta, lo sabía, él puede leerme la mente. Cuando el dios tomó la decisión de responder, tocan a mí puerta interrumpiendo la conversación. Que oportuno, esto de verdad es increíble, nadie viene a mi casa más que él, mucho menos a media noche, espero que sea algo importante y no algún truco de magia con el que va a desaparecer cuando yo abra la puerta, evadiendo así el tener que darme una respuesta a mis preguntas.

A regañadientes fui a abrir la puerta, dejando a Loki con la palabra en la boca.

–Hola Camille. –Me saludó mi vecina que venía acompañada de su hija mediana y la bebé de dos meses que estaba despierta en sus brazos.

–Beatrice. –La saludé sorprendida de que golpee mi puerta a estas horas de la noche. –¿Pasa algo?

–Mi hijo mayor está enfermo, no deja de vomitar desde el medio día y voy a llevarlo al hospital, mi esposo está trabajando pero vendrá por a cuidar a las niñas, ¿Puedes cuidarlas solo un ratito mientras él llega?

Su Secreto《Loki Laufeyson》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora