PASADO: SI DECIDO IRME, ME VOY.

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     Ya era de día y los rayos del sol alumbraban la habitación, palmeó hacia ambos lados de la cama y fue ahí cuando Carla se dio cuenta de que ni Matías ni Tahiel estaban ahí, se puso de pie y notó aquel papel en su mesita de noche: 

     'Los niños están en la habitación de huéspedes'

Claudio.


     Salió  de ahí topándose con la pelirroja -Hey fíjate! 

-¿Has visto a mis hijos? ¿Dónde queda el cuarto de huéspedes?

-Cómo no! los nuevos señoritos de la casa y tú la protegida del señor ¿Acaso sabes cuanto tiempo y dedicación llevo para qué el señor me diga al menos un 'Hola' amablemente? Y tú no llevas ni un mes aquí y ya traes a tus hijos y los tratan como si de su familia fuesen! 

-Claro que así los vamos a tratar porque son mis sobrinos- dijo Paula ingresando a la cocina- pregúntale a los niños si quieres.

-¿Eso es cierto?- preguntó la pelirroja.

-Así es, ella es mi única amiga y eso la hace como una tía para ellos, si ellos así lo desean será su tía.

-¿Qué esperas? ven a ver a los niños- Paula le tendió la mano y ésta la tomó dejando a la pelirroja echando humo.

     Ambas llegaron hasta a habitación, Carla entró observando como cada niño dormía placenteramente en la gran cama, pero volvió a cerrar la puerta.

-¿No los verás?- preguntó Paula.

-Ya los vi, pero aún es muy temprano, veré a Claudio y... 

-¿Claudio? 

-Bueno, el señor Claudio y hablaré con él, hay unas cuantas cosas que debe responderme y no me importa que sea de la mafia o no, me responderá, luego los despertaré.

-Como digas.

-Paula... en serio gracias por todo esto, yo...

-No digas nada, el pasado se queda ahí, ahora vivamos el presente, ¿Qué dices?

-A vivir no más!- ambas se abrazaron riendo.

     Carla se alejó un poco pero luego regresó.

-Oye... Matías estaba muy mal cuando llegó ¿Cómo lo viste?

-Bien, Claudio hizo que el doctor también lo revisara y él le recetó un medicamento, creeme que está mucho mejor que todos aquí- rió.

     Luego de eso ella ingresó a la oficina, él estaba en la biblioteca de ésta con un libro en sus manos.

-Veo que ya estás mejor- dijo él.

-Sí, se lo agradezco mucho, pero... 

-Pero ¿Qué? 

-No comprendo su actitud y créame que no es queja, es sólo curiosidad.

-Curiosidad ¿De qué? 

-No veo que sea muy apropiado su trato para conmigo, mi compañera de trabajo me ha comentado que usted no es así con nadie y... 

-Yo no le veo nada de malo ¿Tú sí?, lo admito, no suelo tratar así a mis demás empleados.

-¿O sea qué todo lo qué me dijo era mentira?

ARCANO.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora