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CAPITULO 003








CRISTIAN ROMERO

















A la mañana siguiente se me ocurrió una idea, pero no estaba seguro de cómo ponerla en práctica. Si Lionel Scaloni quería a un hombre de familia, eso tendría. Solo tenía que dar con la forma de solventar ese detallito. Sería capaz de hacerlo, al fin y al cabo, esa era mi especialidad, era el hombre de las ideas.

Mi principal problema era el tipo de personas que normalmente había en mi vida. Versiones de mí mismo. Preciosas para contemplar, pero frías, calculadoras y poco interesantes en otra cosa que fuera lo que yo podía darles: cenas sofisticadas, regalos caros y si habían durado lo suficiente, un viaje a algún lugar antes de darles la patada. Porque siempre lo hacía. En mi caso, también me interesaba lo que ellos podían darme. Lo único que quería era algo bonito a lo que mirar y un cuerpo caliente en el que enterrarme por las noches, una vez que el día acabara. Unas cuantas horas de placer irreflexivo hasta que la cruda y fría realidad de mi vida se asentara de nuevo.

Ninguna de mis conquistas sería el tipo de personas con el que Lionel Scaloni me creería capaz de pasar el resto de la vida. A veces, ni siquiera era capaz de pasar una noche entera.

El joven Martínez llamó con timidez y esperó a que le diera permiso con un grito para pasar. Entro, llevando con cuidado en las manos mi café, que colocó en la mesa.

"El señor Hernández ha convocado una reunión en la sala juntas para dentro de diez minutos."

"¿Dónde está mi bagel?"

"He pensado que prefería comérselo después de la reunión para no ir con prisas. Que yo sepa, detesta comer rápido. Le provoca ardores."

La miré con cara de poco amigos, contrariado por el hecho de que tuviera razón.

"Deje de pensar. Ya le he dicho que sus conclusiones son erróneas prácticamente en su totalidad.

Miró su reloj de pulsera, un modelo simple de correa negra con una esfera muy sencilla, sin duda comprado en Walmart o en alguna otra tienda norma lucha."

"Quedan siete minutos para la reunión. ¿Quiere que le traiga el bagel? Después de tostarlo, le quedarán dos minutos para comérselo en dos bocados.

Me puse de pie y cogí la taza.

"No, por su culpa, pasaré la reunión con hambre, si cometo algún error, será culpa suya."

Sali hecho una furia del despacho.

Xavi Hernández golpeó con suavidad el cristal de la mesa.

"Atención, tengo buenas y malas noticias. Empezaré con las buenas. Me alegra anunciar que hemos propuesto a Harry Kane para que se convierta en socio."

El silencio fue absoluto. Por dentro, solté una risilla. Aunque por fuera actuara como una persona decente, eso no significaba que no aborreciera a ese cabrón mentiroso o que no le guardara rencor a Xavi Hernández por lo que me estaba haciendo.

Xavi carraspeó.

"Y las malas noticias. A partir de hoy, Ronal Araujo ya no forma parte de la empresa."

Enarqué las cejas. Ronal Araujo era uno de los pesos pesados de A.F.A. Inc. No pude contenerme.

"¿Por qué?"

Xavi me miró de inmediato.

"¿Cómo dices?"

"Que por qué se ha ida. ¿Ha tomado él la decisión?"

Acuerdo de MatrimonioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora