Veintiún

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Preparándome para ganar épicamente otra batalla contra Lydia, Me pavoneo hacia el pequeño grupo de estudiantes que están hablando y me meto en su círculo, justo entre Lydia y Niall. Ella se gira y me mira con dureza, pero yo evito mirarla.

Niall frunce el ceño y me mira, preguntándose quién se ha tropezado con él y cuando me ve, me sonríe cálidamente—. Hola, tú eres Violet, ¿verdad? ¿La compañera de cuarto de Lydia? —pregunta, dirigiendo toda su atención hacia mí y oigo a Lydia resoplar de frustración.

—Sí, soy yo. —Le sonrío, dándole la espalda a Lydia.

—Así que tú eres quien me envió esa foto ¿no es así? —Se ríe entre dientes y me mira expectante.

—Culpable. Sólo intentaba advertirte, por si aún no lo sabías. No te dejes engañar por su maquillaje sobredramático y su supuesta personalidad simpática. En el fondo es una auténtica zorra —le digo bajando la voz, pero sé que todo el mundo puede oírme.

Sé que es increíblemente horrible por mi parte, pero tiene que saber que voy en serio. Ella puede dejar de meterme en problemas o puede sufrir mi ira.

—¿En serio? —Niall levanta una ceja y mira detrás de mí a Lydia, que jadea y se agarra a mi brazo con fuerza.

—¡Violet, si no te callas ahora mismo lo lamentarás! —sisea enfadada, con las mejillas enrojecidas.

—Oh, cariño, ¿no ves que estoy hablando con este joven fino? ¿Por qué no te vas a molestar a otra persona. Es lo que mejor se te da. —replico y despego sus dedos de mí.

Niall me toca el brazo y susurra en voz demasiado alta—. Eso ha sido un poco grosero, pero gracias. Gracias. Parecía que nunca podría deshacerme de ella. Y gracias a ti, ahora sé cómo es en la cama, como un chimpancé.

Los demás parecen sorprendidos por mi grosería y una de las chicas que es amiga de Lydia me fulmina con la mirada. Lydia me fulmina con la mirada. A uno de los chicos le hace gracia la escena que estoy montando. Lydia, sin embargo está humillada.

—Recuerda mis palabras Violet, pagarás por esto. —Me amenaza con una mirada que me podría haber quemado viva si las miradas pudieran hacer eso y se aleja pisando fuerte, con la cara roja como un tomate.

Los otros chicos del círculo, Niall y yo estallamos en carcajadas y me siento triunfante. Siento que tal vez deje de hacerme la vida imposible ahora que arruiné sus chances con Niall... no es que hubiera alguno para empezar. Al menos sabe que puedo estropearlo si vuelve a intentar algo.

—¡Eso fue enfermizo! No tenía idea de que la hija de la duquesa fuera tan mala. —Un chico expresa divertido.

La amiga de Lydia se burla y pone los ojos en blanco—. Creo que ella es la verdadera perra aquí. —Me hace un gesto con la cabeza y se marcha.

Niall se acerca a mí y me pregunta en voz baja—. Por cierto... eres realmente increíble. Tú... Oh, no lo sé. ¿Quieres bailar conmigo?

—Eh... —Me encojo de hombros y suelto una carcajada vacía—. Bueno, claro, ¿por qué no? La próxima canción ¿de acuerdo?

—Perfecto. La siguiente canción. —Sonríe aliviado y vuelve a preocuparse por sus otros amigos, así que me escabullo sin que se dé cuenta.

Mi misión se ha completado en un tiempo récord y siento que necesito una recompensa. Me dirijo a la mesa de bebidas y le pido algo alcohólico a la señora que está detrás. Se asegura de que soy mayor y me da lo que le pido. Le doy un sorbo hasta que se acaba y me deshago de la copa, esperando que la canción termine para ir a encontrar a Niall de nuevo.

Predicaments of a Schoolgirl | españolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora