Las nubes de color gris comenzaron a acercarse lentamente hacia el sol, y cuando lo cubrieron en su totalidad, algunos copos de nieve comenzaron a descender.
Velmont, el paraíso invernal, un lugar donde la tormenta era tan fuerte, que imposibilitaba a cualquiera entrar o salir de esta nación durante ciertas temporadas. Para muchos esta nación era un lugar inhabitable por su clima, pero para quienes habían nacido aquí, no había un mejor lugar, ya que Velmont poseía un atractivo único y particular.
Eran pioneros en arquitectura, lo necesitaban, ya que de no reforzar sus estructuras más de uno moriría congelado. Esta nación era un gran exportador de minerales preciosos, que eran adquiridos por de la nobleza, lo cual lo volvía un lugar con una fuerte cantidad de ingresos. Sin embargo, al poseer nieve todo el año, esto provocaba que no hubiera una gran producción agrícola o ganadera, salvo por algunos tubérculos que lograron adaptarse al clima, así que intercambios mercantiles con las naciones aledañas era lo único que podía proporcionarles el alimento que necesitaban.
Aquel día en particular la tormenta rugía por sobre las montañas, y aparentemente con el pasar de las horas, esto solo empeoraría.
A lo lejos, encima de las montañas, donde el rugido de la bestia congelante amenazaba, erguido de manera imponente se podía apreciar uno de los palacios donde residía la familia más importante de la rama Hanton: La edificación era grisácea, los techos poseían tonalidades azules ya desgastadas por el paso de los años, pero no por eso aquella edificación perdía el brillo y la magnificencia.
Dentro de una de las habitaciones, un Hanoun ya algo mayor, de cabellera rubia y barba algo crecida observaba hacia su pueblo, las pequeñas casas que se veían a lo lejos habían comenzado a encender las luces de las lámparas, chimeneas, y la gente se preparaba para ir a descansar hasta el otro día.
Sobre la mano de este reposaba una copa transparente que contenía un líquido rojizo en el interior. Él, la acercó a sus labios y lentamente fue degustando el contenido. En cuanto terminó de beber, dejó la copa vacía en su escritorio y caminó perezosamente hacia uno de los mullidos sillones forrados en piel que reposaban frente a la chimenea. Al llegar allí, sin pensarlo dos veces, se acomodó a lo largo de este dispuesto a tomar una pequeña siesta, pero, en cuanto cerró los ojos y logró conciliar el sueño, unos leves golpeteos en la puerta terminaron por despertarlo.
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Extinción - Nuestra última esperanza [Saga: LVDLO #1]
Science Fiction[GRATIS NUEVAMENTE] Clematis Garyen sabe que su existencia es prohibida, pero en cuanto descubre los planes de su nuevo dueño, se volverá la última esperanza de la humanidad para evitar la extinción. ...