C L E M A T I S
Desde que mi bebé había muerto no dejaba de tener pesadillas. Tratar de dormir nunca había sido tan complicado, en cuanto cerraba los ojos, podía jurar que escuchaba su llanto. Me despertaba asustada, tiritando del frío, y el malestar únicamente aumentaba cuando tocaba mi vientre. Hasta hace unas semanas ya había comenzado a sentir sus pequeños movimientos, aunque eran tenues, podía sentirla dentro de mi cuerpo, pero ahora... mi vientre estaba vacío.
Ella se había ido, mi bebita se había ido sin que tuviera la oportunidad de demostrarle cuanto la amaba.
Todos los días iba a su tumba y llevaba algunas flores que recogía en el camino, las cuales también colocaba en la tumba de mi madre.
Argon me decía que no fuera, me pedía que descansara para que recobrara mis energías al cien por ciento, pero me negaba a hacer caso, necesitaba estar con ella, no quería que se sintiera sola.
Al despertar al día siguiente luego de perderla los recuerdos de lo que pasó en los meses posteriores habían regresado. Recordé que William había sido el causante de la masacre, y también, recordé como había sido Zefer conmigo antes del accidente en Demarrer.
Estaba triste porque durante todo este tiempo le había estado escribiendo cartas a mi madre y aguardaba una respuesta, pero esta jamás llegaría. Estaba enojada con Argon porque él era consciente de la ilusión que me hacía enviar las cartas, y en especial estaba enojada con Zefer porque se aprovechó de mi falta de memoria para hacer que lo amara.
—Clematis... —Argon entró por la puerta de la habitación y consigo traía un plato de comida, el humo proveniente de su contenido se elevaba hacia arriba—. Necesitas alimentarte, no puedes pasar más tiempo sin comer.
—No tengo apetito —dije de mala gana, pero de igual forma se acercó hasta donde me encontraba, se sentó en la cama y dejó el plato apoyado en su regazo.
—Entiendo que... —suspiró—, estés pasando un momento difícil, créeme que yo me siento igual de triste que tú, pero...
—No —le respondí de manera tajante mientras apretaba los puños con fuerza—. Tú no puedes entender cómo me siento. No tienes ni la más mínima idea de lo que pasa dentro de mí en estos momentos.
—Tienes razón —él hizo una breve pausa y con su mano libre sujetó mis dedos—. No puedo saber lo que estás experimentando en estos momentos, pero sé que encerrándote en ti misma no lograrás seguir adelante. Llora lo que tengas que llorar, grita si es necesario, rompe cosas para desahogarte, o si quieres golpéame para que te sientas mejor. Pero cuando todo ese dolor pase, ponte de pie y sigue adelante.
—Ya me cansé de llorar —dije de forma cruda, lo observé, y él agachó la mirada—. Hasta el momento lo único que he hecho con mi vida es precisamente eso, llorar, y esto no me ha traído nada bueno. Estoy cansada de hacerlo. Quiero ser alguien fuerte, y te juro... que pensé que lo era, pero cuando logro avanzar tan solo unos pasos, caigo en cuenta de que aún soy demasiado débil.
—No, estás equivocada —Argon dejó el plato a un lado y me sujetó de las manos, yo me limité a observarlo—. No conozco persona más fuerte que tú, hasta ahora es más lo que has perdido de lo que has recibido, pero aún te mantienes en pie. Además, no estás sola, tienes gente que te quiere y en quien puedes confiar.
—¿Sí? —bufé—. ¿Quiénes? Porque hasta ahora los que han dicho quererme, me han estado mintiendo.
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Extinción - Nuestra última esperanza [Saga: LVDLO #1]
Science Fiction[GRATIS NUEVAMENTE] Clematis Garyen sabe que su existencia es prohibida, pero en cuanto descubre los planes de su nuevo dueño, se volverá la última esperanza de la humanidad para evitar la extinción. ...