CAPÍTULO XXIII • Prometo destruirlos •

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Para cuando Giorgio terminó de hablar los tres se quedaron el silencio

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Para cuando Giorgio terminó de hablar los tres se quedaron el silencio. El mayor de ellos siguió calando el humo de su pipa mientras aguardaba la reacción de su menor hijo. Jaft, quien logró recobrar un poco antes la compostura le dirigió una mirada atenta a su hermano esperando alguna reacción explosiva de su parte.

Zefer, quien se encontraba sujetando el picaporte terminó bajando los brazos nuevamente. Tardó un poco en procesar la información, pero cuando finalmente cayó en cuenta de que lo que había oído era real, tan solo atinó a apretar sus puños con fuerza, Jaft, quien se encontraba más lejos detectó de inmediato el olor ferroso de la sangre, Zefer se acababa de perforar las palmas.

Jaft lo vio acercarse a gran velocidad, por puro instinto se puso de pie y se interpuso entre su padre y Zefer, el pelinegro, quien era sujetado por su hermano, tan solo golpeó el escritorio con fuerza provocando que el rubio se sobresaltara. Y un pequeño frasco que tenía un líquido extraño no tardó en caer sobre el escritorio empapando los papeles de su padre.

—No dejaré que se la lleve —replicó entre dientes mientras Giorgio enmarcaba una ceja—. ¡No puedes hacerlo!

—Ya lo hice —respondió él de forma desinteresada mientras inclinaba la cabeza hacia un lado—. Tengo la autoridad suficiente como para deshacer ese compromiso —Jaft logró mirar de soslayo como Giorgio se puso de pie inclinándose hacia el frente—. Soy el regente de esta nación, lo que digo se cumple. No estoy pidiendo tu permiso, Zefer, he sido lo suficientemente considerado de informarte primero que es lo que pasará para que lo tengas presente cuando llegue el momento.

—Padre, creo que...

—La humana esa ya trajo demasiados problemas —dijo antes de que Jaft pudiera continuar—. No quiero que vuelva a estar cerca de ti, es una mala influencia. Por su culpa arriesgaste tu cuello tontamente allá afuera.

Jaft se encontraba en medio de ellos únicamente para evitar que se maten y que Zefer fuera ejecutado por asesinato, pero lo que más quería era largarse de allí, se sentía lo suficientemente incómodo como para respirar el mismo aire que esos dos. Zefer y Giorgio nunca habían compartido un lazo afectivo, pero lo que su padre acababa de hacer era un golpe demasiado bajo.

Extinción - Nuestra última esperanza [Saga: LVDLO #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora