Así como la fiesta comenzó rápido terminó en un santiamén, poco a poco los invitados se fueron marchando cuando el alba ya estaba presente en el horizonte y únicamente cuando ya no quedaba nadie decidí marcharme a mi habitación.
A llegar me tiré sobre la cama mientras colocaba los brazos detrás de mi cabeza. Lo único que podía hacer en esos momentos era pensar en Lyra, ella se presentó ante mi como una aparición, la más sublime y bella aparición que alguna vez pude haber visto.
Era un ángel que había descendido del cielo guiada por el mismo Kyros para que apareciera en mi camino. Por primera vez en lo que llevaba de vida me emocionaba la idea de cortejar a alguien, deseaba saber cuales eran los gustos que ella poseía, las cosas que le gustaban y a que dedicaba su tiempo libre.
Me obsesioné con ella de una forma enfermiza. Mandé a mis guardias a seguirlas para saber hasta la más mínima cosa que pudiera servirme para que ella me aceptara por completo, no solo por el cargo o estatus que yo manejaba.
Luego de algunas semanas de seguimiento ellos descubrieron que aparentemente ella amaba leer, así que en un completo impulso mandé a construir una biblioteca que estuviera lleno de libros de pies a cabeza donde ella pudiera pasar sus tardes.
Lo único que me faltaba era encontrar una manera de presentarme ante ella e invitarla a pasar una tarde en el palacio. Jamás había estado tan nervioso en mi vida. Necesitaba calmarme, no podía demostrarme demasiado ansioso o ella huiría de mí, así que, en un intento por tranquilizar mi mente opté por dirigirme a la frontera de Velmont para poder pensar con mayor tranquilidad las cosas.
Al llegar, vi a un sujeto debajo del árbol, aparentemente estaba durmiendo. Hasta ese punto no hubiera habido nada de raro, pero en cuanto vi su cabellera rubia me puse inmediatamente, en alerta
Me acerqué con cautela, lo observé con desconfianza y ya estando a una distancia considerablemente prudente pude reconocerlo, Madai me había enseñado los suficientes cuadros de la familia Hanton como para saber de quien se trataba, era nada más y nada menos que Rier Hanton, el futuro regente de Velmont.
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Extinción - Nuestra última esperanza [Saga: LVDLO #1]
Science Fiction[GRATIS NUEVAMENTE] Clematis Garyen sabe que su existencia es prohibida, pero en cuanto descubre los planes de su nuevo dueño, se volverá la última esperanza de la humanidad para evitar la extinción. ...