𝐒𝐎𝐋𝐒𝐓𝐈𝐂𝐈𝐎 𝐃𝐄 𝐈𝐍𝐕𝐈𝐄𝐑𝐍𝐎 - Parte uno

𝘀𝗶𝗲𝘁𝗲 - 𝗉𝗈𝗋𝗍 𝖺𝗇𝗀𝖾𝗅𝗌

Una vez cada cierto mes el sol aparece entre las nubes de la ciudad, todos los estudiantes del instituto están en el exterior recibiendo la vitamina que el sol les ofrece, yo por mi parte siento que me incomoda un poco el calor.

—Invité a Eric al baile, me dijo que sí —dice Angela al llegar donde nosotras, sonrío al oírla.

—Bien, hay que ir a Port Angels para un vestido —dice Jess, Bella las observa un instante.

—¿Puedo ir con ustedes? —la miro y frunzo en entrecejo.

—Claro, necesito tu opinión sobre los vestidos —responde Angela, Bella me mira y sonríe.

—¿Irás? —niego con la cabeza— Entonces ten —Bella me da la llave de la camioneta, suspiro al verla. Después de que se van me levanto y voy a la camioneta, tardé unos minutos en hacerla funcionar, ya que tiene su truco y no preste atención cuando querían explicármelo. Conduje hasta la casa y en mi mente resonaba el nombre «Port Angels».

Yo lo había escuchado, sé que es importante.

¿Dónde fue que lo oí?

Seguí insistiendo en recordar cuando se me vino algo a la mente, algo que estaba anotado en la libreta, subí rápido a mi habitación y saqué mi libreta, pasé rápido las hojas sintiendo una angustia extraña en mi estómago, un nudo que me hace querer vomitar, entonces me detengo en donde dice "Port Angels". Leo lo que dice y ahora sí siento que mi nudo sube hasta mi garganta.

¿QUÉ HAGO?

¿Llamo a Charlie? Pero no creerá en un simple sueño o visión.

¿Llamo a Jess? Pero lo más seguro es que tampoco me crea.

Siento la histeria venir a mí, pero entonces recuerdo al único que sabe sobre lo que veo, lo que sueño a futuro. Salgo de la casa y me subo a la camioneta, aprieto el volante y calmo mi respiración, doy contacto para empezar a conducir.

¿A dónde voy? Con Edward.

¿Dónde vive? No sé, pero preguntando se llega a Roma.

Me detengo y veo a un hombre, sonrío al verlo.

—Disculpe ¿La casa de los Cullen? —pregunto, él me apunta al norte.

—Siguiendo la carretera encontrarás un camino que lleva a su casa, lo identificarás enseguida.

—Gracias —digo, sigo sus instrucciones y efectivamente veo la casa, la cual es como una mansión, pero con poca privacidad, porque la mayoría son paredes de cristal.

Incómodo.

Me estacione frente a la casa y siento mis manos sudar, estoy ingresando a terreno vampírico, me pueden matar en segundos.

Bella está en peligro.

Salgo de la camioneta y voy rumbo a la puerta de la casa, iba a dar unos toques cuando se abrió y Edward me observa confundido, sonrío nerviosa.