𝘁𝗿𝗲𝘀 - 𝗅𝗈𝗌 𝖼𝗎𝗅𝗅𝖾𝗇

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—Son hijos adoptivos del Dr

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—Son hijos adoptivos del Dr. Cullen —dice Jessica—, se mudaron de Alaska hace unos años.

Otro sueño cumplido.

—No son muy sociables —dice Angela.

—Sí, porque están juntos —dice Jessica al inclinarse y susurrar— "Juntos" juntos.

—Son pareja —digo al fin, restándole la importancia que Jessica le ponía.

—La rubia es Rosalie, y el de cabello oscuro es Emmett. Son pareja —veo a quienes dice, pasan a unos pasos de nosotros, y si mis sueños son correctos, pues ellos están escuchando todo lo que decimos—. Ni siquiera sé si eso es legal.

Son vampiros, a quien le interesa la morar cuando tienes vida eterna. Como un apio y se escucha el crujir de mis dientes.

—Jess no son parientes —le discute Angela.

—Sí, pero viven juntos. Es muy extraño —dice Jessica. Se detiene unos instantes hasta que detrás nuestro pasa otra pareja—. La de cabello corto es Alice, ella sí que es rara. Sale con Jasper, el rubio que parece estar sufriendo.

Claro, debe de tener en mente la mayor matanza de este instituto ¿cuánta sed tendrá? ¿sabrá igual la sangre de Mike a la de Jessica? O dirán: yo no como porquerías.

Me río por lo bajo de mi mente loca.

—El Dr. Cullen es una especie de doctor casamentero —dice Jessica.

—¿No querrá adoptarme? —dice Angela, sonrío y veo a Bella, ella entonces se fija en el exterior del comedor, frunzo el entrecejo y me giro, veo a quién creí nunca conocer.

—¿Quién es él? —pregunta Bella. Jessica se gira y sonríe algo emocionada.

—Él es Edward Cullen, es increíblemente apuesto, obviamente. Pero nadie es suficiente para él —dice con un tono algo triste— Como si me importara.

Edward Cullen.

Ay no.

Dos elefantes se columpiaban sobre la tela de una araña.

—Yo tengo que hacer algo—digo rápido, tomo mi bandeja y me levanto.

—¿A dónde vas? —pregunta Bella, veo de reojo a Edward.

Tres elefantes se columpiaban sobre la tela de una araña.

—Al baño, quiero arreglarme la camiseta, se me subió mucho bajo la chaqueta —digo torpemente, salgo del comedor y voy al baño, ahí me lavo el rostro y suspiro. Edward puede leer la mente y yo sé muchas cosas que podrían hacer que me mate en un instante. Pero ¿Y si no pienso en nada cuando él pase cerca? Tipo, podría leer algo, ver detalles de ropas o no sé, recordar canciones, eso es.

Después de salir del baño veo a Bella, ella tiene su bolso en su hombro— ¿Estás bien? —me pregunta, sonrío.

—Sí, como dije, la camiseta no ayuda —digo, ella asiente.

𝐒𝐎𝐋𝐒𝐓𝐈𝐂𝐈𝐎 𝐃𝐄 𝐈𝐍𝐕𝐈𝐄𝐑𝐍𝐎 - Parte unoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora