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Capítulo 6

Los nervios de Hinata habían desaparecido, las imágenes de la pared me daban el suficiente contenido para realizarle preguntas y él, al ver que todo marchaba como una conversación casual, conversaba con plena confianza.

- ¿Por qué elegiste los MSBY Black Jackals? - pregunté en cuanto terminó de relatar su paso por Brasil y el encuentro que tuvo con un antiguo contrincante del Aoba Jōsai.

- Era el único equipo con pruebas abiertas cuando decidí venirme a Japón - lanzó una sonrisa que se me hizo más brillante que el sol.

- ¡Eres un caso perdido Hinata! - palmeó su espalda Bokuto.

- ¿Có- mi pregunta se vio interrumpida por el sonido del timbre y ambos jóvenes se miraron extrañados. El más alto terminó levantándose con una mirada de disculpa - No sé preocupen.

- ¿Quieres algo de tomar Ozawa-san? - preguntó el pelinaranjo levantándose tomando los recipientes en los que antes Bokuto ofeeció el postre.

- Un poco de agua estaría bien.

Hinata asintió y se encaminó por el vaso de agua.

- ¡Si son dos de los trillizos Miya! - me paralicé ante las palabras de Bokuto.

Por instinto me levanté del sofá escuchando un tumulto de frases dichas por los que acababan de entrar al departamento. Ni siquiera lograba distinguir nada de lo que decían y me límite a quedarme estática en la sala de estar cuando el colocador entró en ella con una ansiedad clara en sus ojos, parecía buscar a alguien y no era necesario ser muy inteligente para adivinar a quién estaba buscando.

- Haru - una sonrisa se asomó por sus labios y dio un paso en mi dirección, pero yo retrocedí tres.

¿Esto era un tipo de encerrona?.

- ¿Qué haces aquí? - respondí contrariada ante su presencia.

Quise decir algo más pero me calle cuando Bokuto entró en la sala de estar con un niño corriendo alrededor de él.

Daiki Miya. En vivo y en directo.

Mis ojos se abrieron aún más sorprendido al ver el parecido del niño con los gemelos, era una copia exacta. Con el color de ojos de Osamu.

- Justo estábamos hablando del pequeño Daiki - señaló Bokuto deteniéndose con una sonrisa sin notar la tensión que Atsumu y yo desprendíamos. Le revolvió al cabello al niño y éste rió complacido de sus caricias.

- ¿Así? - preguntó el rubio curioso mirando en mi dirección.

Y aunque podía sentir su mirada no aparté mis ojos del niño que estaba encantado de estar en el departamento de los dos jugadores de los MSBY.

- Ven aquí amigo - le habló Atsumu el niño y él dejó de prestar atención a su compañero de equipo. Daiki me miró inquieto, parecía no estar acostumbrado a los extraños - Ella es Haru Ozawa - me presentó estando a su altura.

Podía ser indiferente.

A fin de cuentas él era el hijo de Atsumu y Azumi, el eterno recordatorio de que nunca fui lo suficientemente buena para el colocador.

Pero...

Los niños no tienen la culpa.

Y Daiki Miya no debía ser el receptor de mi indiferencia y mucho menos de mi desagrado cuando nunca en su vida me vio.

Me agaché para estar a la misma altura que el pequeño que me miraba curioso pero un poco asustado. Expectante.

Expectante ante lo que haría.