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Capítulo 10

—¿Te gusta?—saqué mis ojos de la cabeza del niño para mirar el dibujo que se extendía ante mis ojos. 

—Claro que me gusta—asentí energeticamente. 

—Edes tú—me señaló tímido. 

¿Tenía permitido apretar sus mejillas?

—¿De verdad? ¿Me has dibujado?—me acerqué más para ver el dibujo. 

No podía decir exactamente que era una copia mía, pero distinguía partes importantes, como mi cabello rojo y las pecas que abundaban por el boceto que me enseñaba Daiki. 

—Shi—se encogió de hombros—¿Tú dibujaste?. 

—¡Claro!. 

Le extendí mi hoja de papel que no tenía mejor calidad que la de Daiki. Akane era la hermana artística de mi familia, no podrían exigirme más de lo que estaba dando. 

Pero en mi intento de dibujo había intentado retratar a Daiki en medio de un parque jugando con una pelota de voleibol. 

—También te he dibujado a ti—le enseñe—Este eres tú—indiqué al chico de mi dibujo—Y estas sosteniendo una pelota de voleibol. 

—Tengo una pelota de esas—soltó su hoja y tomó la mía con los ojos muy abiertas—Papi me la compo. 

Era más adorable que no pudiera pronunciar la "r" con completa libertad. 

Llevábamos casi una hora juntos y aunque al principio estaba un poco tímido ante mi presencia, basto que comenzará a interesarme por sus figuras de acción de super heroes y lo invitará a dibujar para que dejará atrás las coraza de vergüenza. 

—¿Tú tienes una?. 

—No tengo ninguna—hice un pequeño puchero—ya me compraré una pronto. 

—Papi y el tío juegan conmigo.

—¿Tu tío Osamu?.

Asintió enérgicamente.

—¿Tu sabes quién es?.

—Fuimos muy buenos amigos.

Abrió los labios sorprendido. Y luego se levantó para mirar alrededor de la cancha con atención.

Seguí la dirección de sus ojos y note como sus labios y cejas se fruncian por unos segundos mirando a Atsumu en la cancha.

El rubio estaba completamente concentrado y más feliz de lo que estaba inicialmente al momento de llegar.

—¿Buscas algo Daiki-chan?—pregunté realmente interesada.

Se volteo a mirarme.

—¿Podemos juga nosotos? Cómo papi lo hace.

Aunque sus ojos de niño me invitaran a llevarlo afuera y jugar con el balón, no creía que fuera la mejor idea.

Era la primera vez que estaba cerca de él y aunque Atsumu está concentrado en su práctica no quería que nada lo entorpeciera.

Si salíamos de su vista probablemente se preocuparía y eso no haría que esté contento.

—Ven aqui—agarre con cuidado sus manos y lo levanté del suelo en el que estaba arrodillado para dibujar sentandolo a mi lado en las gradas.—Tu papá me pidió que te cuidara ¿te acuerdas?—asintió—Como no queremos preocuparlo no creo que sea una muy buena idea que vayamos afuera, él podría estar asustado después buscándote.

—Pero yo quiedo juga—hiso un puchero que apretó mi corazón.

—Sé que quieres Daiki-chan—le di una caricia a su mano para consolarlo—Pero podríamos dejarlo para otro día y podría llevar a un amigo—ofrecí rogando que la madre de Tatsu-chan me diera el permiso de salir con su hijo una tarde al parque.