Capítulo 28

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Los días pasaron con rápidez. Mi trabajo en Life Sports era cada día más emocionante y mi relación con Atsumu estaba permitiendo que a medida que transcurría el tiempo mi acercamiento con el voleibol se incrementará. 

Volvimos a encontrarnos con sus compañeros del Inarizaki en un partido amistoso que ellos decidieron realizar. Me sentí feliz de volver a encontrarme con Aran, Suna y servirme una taza de té con el antiguo capitán, Shinsuke Kita. Me reencontré con algunos miembros del Karasuno e invité a mis nuevas amigas a una hermosa tarde en el parque observando un balón pasar de mano en mano de una forma mucho más relajada que en las canchas profesionales. 

Estaba rodeada de personas que nos apoyaban. Los padres de Atsumu, sus compañeros de equipo, mis nuevas amigas y mis compañeros de trabajo parecían felices por ambos y por el pequeño Daiki. 

Con cada día que pasaba sentía que mi familia iba creciendo. 

La mayoría de nuestros fin de semanas no consistían en mirar anime por la tarde solamante con Akane, evitando encontrarme de cualquier manera con el mundo deportivo y de que casualidad me viera de frente con alguna noticia que involucrada a Atsumu Miya. 

Al llegar los fines de semana, Atsumu iba por nosotras al departamento y comiamos en casa de su madre los viernes en la noche, disfrutábamos una película o largas conversaciones luego de la comida. 

Más tarde,  Atsumu no nos dejaba ir al departamento con la excusa de que no tenía ningún sentido separarnos si al otro día él tendría que ir nuevamente por nosotras. Así que el día domingo volvíamos y comenzabamos una nueva semana. 

- Llamé a okaasan hace un rato y no sé ve muy bien de salud así que Samu pedirá que el médico vaya a casa hoy en la tarde. 

Bajé las escaleras del metro con lentitud, tenía tiempo aún, no quería apresurar a Daiki. 

- Es lo mejor. Luego de la sesión de terapia de Daiki pasaré a casa de Kyoko-san para ver cómo está y preparar la cena - pusé a Daiki frente a mi cuando estuvimos frente a los torniquetes del metro y pasé mi tarjeta para pagar. 

- Pudimos haber cancelado la sesión. 

- No es necesario, las sesiones son muy importantes, ya ves la manera en que la terapeuta a ayudado mucho en su forma de expresarse - me apresuré a tranquilizarlo - Además, jamás pido días libres yyyy.... tengo permiso para llevarlo al trabajo mañana y realmente no queremos que tu madre esté cuidándolo cuando se encuentra así de enferma, lo mejor es que descanse. 

- Lo sé - soltó un suspiro - Justo estas semanas mis partidos debían ser fuera de casa - se quejó. 

- Es tu trabajo Tsumu. 

- En estos momentos se siente como un trabajo de mierda - rodé los ojos ante su impaciencia - No me gusta que usen el metro, puede ser peligroso. 

- Tsumu no tengo auto para manejar y tampoco tengo mi carnet. 

- Sacarás el carnet y tomarás mi camioneta cuando quieras. 

- No me emociona mucho tener que manejar - me sinceré, me arrodillé frente a Daiki para acomodar su gorra de manera que no tapara sus ojos. Él me sonrió feliz. 

Para Atsumu podía parecer una tragedia dejar que anduvieramos en metro, pero Daiki estaba asombrado de todo lo que miraba, no dejaba de hacer preguntas y señalar aquellas cosas que le parecían extrañas, yo, por mi lado, estaba contenta explicándole cómo funcionaba todo. 

- Sé que no te gusta preciosa pero es necesario, tienes que llamar a Samu si ocurre alguna emergencia ¿entendido?. 

- Tsumu - dije con dureza - Osamu está ocupado en éstos momentos, si ocurré algo llamaré a emergencias pero ya deja de tener pensamientos tan fatalistas - reclamé - Será mejor que te concentres en tus jugadas si no quieres que Tobio vuelva a quedarse como primer lugar en el ranking. 

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