Capítulo 8

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—Azumi no asumió su rol de madre ¿Verdad?—pregunté pasados unos minutos todavía apegada a Atsumu.

Estaba tan cansada, pero aún tenía preguntas. Y me dolía, no solo me dolía por mi, me dolía por ese niño.

Luego de la revelación de lo que en verdad ocurrió entre Azumi y Atsumu, se lograban unir los puntos entre la negación del colocador ante el hecho de asumir que mi antigua amiga fuera la madre de su hijo.

El suspiro que soltó el rubio me indicó que yo estaba en lo correcto.

- Se fue tres meses después de que Daiki naciera—me separé de su cuerpo para mirar su rostro y hacerle entender que estaba atenta a lo que tuviera que decirme—La verdad todo comenzó mal desde un inicio.

» Ella estaba empecinada en odiarme porque yo me negué a mantener algo más que una relación cordial por el bien del niño. Tuvo problemas con su familia, así que mamá me dió permiso de llevarla a casa, pero, no tenía ningún interés en ser amable con nadie —aunque Atsumu no lo demostrará era un asunto muy preocupante para él que su pareja no se llevará bien con su familia.— Intenté comprenderla y aunque ella no me quería cerca la mayoría del tiempo, dejé que mamá se hiciera cargo y comenzará a ganar su confianza.

» No resultó nada. Mamá procuró ser muy paciente pero Azumi ya no quería al niño. Después de que nació no quiso amamantarlo y se negaba tomarlo en brazos. Hasta que se fue.

—¿No fuiste por ella? —me atreví a intervenir al verlo tan inquieto por lo que contaba.

Evitaba mirarme el rostro y se removía el pelo constantemente.

—La busqué, era la madre de Daiki, y ella acepto volver conmigo a casa. Pero volvió a irse a la semana. Cuando volví a intentarlo me amenazó con que si volvía a intentar "encerrarla" ella se llevaría al niño con ella la próxima vez.

» Mamá decía que probablemente estaba sufriendo una depresión post-parto, así que le ofrecí que buscáramos ayuda, pero decidió irse. Dijo que ella no iba a limitar su vida por un bebé.

—No lo entiendo —musité— Ella estaba muy emocionada con la idea del bebé, parecía que todo lo que esperaba se estaba cumpliendo.

—Creo que lo que en realidad le emocionaba era ver qué, al fin, estaba rompiendo nuestra relación y que el camino estaba abierto para ella.

—No hables así Tsumu —la defendí—Es la madre de tu hijo.

—No es la madre de mi hijo—respondió con fuerza—No lo es—se llevó una mano a la cara y dio un suspiro— Ella nunca será la madre de Daiki para mi. La dejé pensar, incluso ofrecí que abandonará la universidad y yo buscaría la manera de hacerme cargo de todo, para que ella pudiera comenzar a adaptarse a la idea. Pero para ella nunca fue suficiente, solo me reclamaba por ti, reclamaba y reclamaba. Solía compararse, siempre decía cosas como: "No esperes que actúe como Haru".

» No quería que fuera como tú. Solo no quería que no rechazará al bebé, porque aunque llegó de la nada para mí es la persona más importante de mi vida.

Estaba conmovida. Por sus sentimientos y la nobleza de sus palabras, por su amor de padre y por la forma en que parecía defenderlo de cualquiera incluso de su progenitora.

Atsumu era egoísta. Más bien, solía ser egoísta y malcriado, pero con Daiki el asunto parecía completamente contrario.

—Debió ser muy difícil criar a un niño tan pequeño tu solo.

—Conoces a mi familia—dijo con una pequeña sonrisa—Jamás me abandonaron y son una gran ayuda para los días difíciles.

La madre de Atsumu, Kyoko, era un amor de mujer. Recordaba con facilidad como cocinaba mientras escuchaba sus pistas favoritas por el toca discos que le había regalado su esposo. También lo feliz que siempre me recibía a mi y a Akane cuando Atsumu o Osamu me invitaban a su casa.

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