Capítulo 21

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La mano de Atsumu no se despegó de la mía desde el momento en que nos sacó huyendo del partido de los Adlers. 

Tampoco me molestó. 

Estaba demasiado avergonzada y a la vez emocionada del beso que compartimos. 

Pero para él era aún más vergonzoso que el equipo contrario lo encontrará en medio del partido de los Adlers y sobre todo besando a una completa desconocida. 

La prensa japonesa no era entrometida en estos asuntos, pero el tema de su presencia en un partido así,  si que daría de qué hablar. Me imaginaba a los fanáticos volviéndose completamente locos ante las imágenes que estarían navegando en estos momentos por las redes sociales. 

Otra señal de que el mundo estaba comenzando a enterarse era que el teléfono de Atsumu no dejaba de vibrar en su bolsillo. El mío estaba en silencio y si las noticias estaban viajando tan rápido como pensaba en estos momentos Akane estaría explotando mi aplicación de mensajería. 

- Tal vez deberías contestar - dije al ver su mandíbula tensa mientras manejaba. 

- Sólo quieren fastidiarme. 

- Podría ser Kyoko-san, recuerda que ella esta cuidando a Daiki - señalé. 

No podía ocultar que su teléfono sonando constantemente me ponía de nervios, pero no ante la idea de que las personas nos vieran, sino que lo verdaderamente urgente podía perderse en medio de eso.

Cualquier cosa podría pasar en unas horas.  

Asintió y paró el vehículo en medio de una calle poco transitada para revisar su teléfono. 

- Tres llamadas son de mamá - me dijo - La llamaré - decidió. 

Presionó botones en la consola de la camioneta y dejamos que el sonido de espera nos rodeara. Di una mirada a mi teléfono pero al notar la cantidad de mensajes que tenía decidí dejarlo para más tarde. 

Kyoko-san respondió a los pocos segundos. 

- ¿Okaasan? - preguntó Atsumu inclinándose un poco a la consola - ¿Qué sucede? Apenas pude mirar las llamadas. 

Un impulso interno quería hacerme preguntar por Daiki. Pero esta era la conversación de Atsumu con su madre y era una completa falta de respeto que interviniera. 

- Vi que estabas ocupado - musitó con tono insinuante. 

Mis mejillas volvieron a llenarse de calor. 

La mano de Atsumu rapido viajó a entrelazarse con la mía, lo que permitió que por dentro me recorriera un poco más de tranquilidad. 

- Okaasan... - dijo en reproche. 

La risa de Kyoko-san inundó el espacio. 

- Es una pequeña broma cariño, no te sofoques. Sólo llamaba para avisar que Daiki no se ha sentido bien, está un poco enfermo.

- ¿Qué? - preguntó preocupado - Estaba bien cuando me fui. 

- Debe ser los cambios de temperatura - intento tranquilizarlo - he llamado a Nagato-san, le recetó algunos medicamentos y ahora está en su habitación descansando. Siento interrumpir tu cita con Haru, no quería preocuparte. 

- Daiki nunca será una molestia - asentí afirmando sus palabras. 

El niño siempre estará en primer lugar. 

- No es necesario que vengas, puedo cuidalo, no me gustaría que tengan que terminar así su cita. 

Atsumu me miró contrariado. 

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