Capítulo 19

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Lo que pasó con Sana y Momo - II

Había pasado más de una quincena desde la llegada de Miyeon y Yuto a Osaka. La joven pareja trabajaba arduamente en sus obligaciones, sobre todo el hombre de tupé y bigote que intentaba realizar la compra de varias pequeñas editoriales que fortalecerían su emporio informativo y le permitirían comenzar a crear un sello editorial propio.

Por otro lado, Miyeon seguía demostrando en las oficinas de Laboratorios & Industrias Cho que su padre y su tío no se habían equivocado al darle un puesto de tal importancia. Era normal que llegase temprano a la oficina, aprovechando que su prometido madrugaba para ver las rotativas funcionar. Ya sola en aquella cama y sin el calor de su amado, la mujer de lentes redondas se levantaba para disfrutar de compartir el desayuno con el novio, al tiempo que aprovechaba para arreglarse y emprender camino a la zona industrial.

Estaban muy unidos, pero para ventaja de Sana, cuando su buena amiga terminaba su jornada laboral disponía de unas cuantas horas de soledad antes de que su futuro esposo volviese a su apartamento, momento ideal para unas horas donde solo las chicas protagonizaban aquel momento. Y al decir chicas, no solo había que referirse a Miyeon y a Sana, sino también a los días libres que tenía Chaeyoung y que la hacían desear alejarse de la danza para volver a conectar con su aura y su esencia, convirtiéndose de nuevo en una niña para conservar ese halo infantil que a todos encantaba y que era lo que le hacía ser más fuerte, positiva y decidida.

Chaeyoung amaba la danza, pero se negaba a dejar morir esa parte infantil, divertida y algo coqueta de ella porque sabía que ese pensamiento positivo la había hecho luchar por sus sueños hasta haberlos logrado; así que cuando ella se unía a su prima y a la heredera Minatozaki, los planes a veces semejaban estar enfocados a adolescentes, con paseos por el parque tomando un helado o una visita a los estanques para dar de comer a los patos, gansos y cisnes que allí habitaban.

Era como si la joven de dotadas curvas solo se divirtiera al recordar que en el fondo, además de una bailarina de gran talento, era una joven que anhelaba tener amigas y pasar el rato con ellas para así tener un momento de esparcimiento y poder hablar de sus problemas o sus deseos; algo extraño siendo ya mujeres emprendedoras, pero normal si se observaba desde el reflejo de quien se marcó un objetivo y apenas vivió hasta que lo logró, como el caso de la joven chica del Loto.

La única persona que a veces se encontraba fuera de ese mundo, como siendo la única humana entre bestias, como Jane Goodall entre los gorilas; era Momo. La guardaespaldas debía seguir a la señorita Minatozaki en todo momento, algo que hacía como parte de sus obligaciones y visiblemente arrepentida por lo sucedido hacia más de dos semanas con aquella joven trigueña. Por si fuera poco, Im Nayeon estaba expectante ante los informes de actividad de la joven heredera, puesto que al parecer, Sadao reclamaba saber que hacía su hija en su tiempo libre. Para empezar, resultaba agradable que Miyeon y Chaeyoung, al ser dos miembros de la familia Cho, gustasen tanto al patriarca de la familia, sin olvidar que había que eludir cualquier comentario o charla referente a la orientación sexual de la heredera.

Por fortuna para la escolta, su jefa estaba intentando centrarse en su trabajo y volver a demostrarle a su padre que era una buena empleada. La joven empresaria llegaba a su trabajo temprano, siempre acompañada de su guardaespaldas; en su puesto como directiva de fondos y beneficencia. Era un puesto sin apenas representación, una formalidad para incluirla en la junta directiva, demostrando la unión, inexistente, de padre e hija. Sana poseía parte de la empresa por ascendencia, pero no podía vender ni hacer nada con dicha parte sin permiso de su padre, el cual creó el puesto que regentaba su hija para que esta pudiera presumir de cargo en cenas y se distanciase de la imágen de cabeza hueca de las otras jovencitas de la alta sociedad. Ella era una Minatozaki, y por tanto, mejor.

"Un puente hacia ti" SaTzu Donde viven las historias. Descúbrelo ahora