Capítulo 5: Porque nunca la ley del hielo fue tan... extraña.

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Era la clase de lengua, como siempre, yo estaba sentado el frente y solo. Mientras que todos los otros sentados de a pares, la profesora había dado un trabajo en parejas y nadie ha querido ser conmigo, me quedé solo y así estoy haciendo el trabajo ahora.

- Y usted, señor Hammett... ¿por qué está solo?

Porque no tengo amigos, profesora idiota y más encima ciega.

No le contesté nada, me quedé en silencio.

- Yo dije que el trabajo era de a dos, y hoy vinieron veintiséis alumnos, ¿por qué se niega a trabajar en parejas?

Hundí los hombros.

- ¿Me está desafiando?

Negué, joder, ahora me está tratando de insolente.

- Profesora -interrumpieron al otro lado de la sala, voltee y era Lars-, yo también estoy solo. ¿Puedo ser con él?

- Adelante.

Mierda.

Él vino a sentarse a mi lado, no tuve intención de querer hablarle.

- Veo que no haz ido mejorando con tu problema para socializar, ¿quieres que te ayude?

Negué, cogí la hoja del trabajo y comencé a leer las instrucciones, concentrándome al máximo.

- Oye, déjame leer a mi también, ¿no que era en parejas el trabajo? -se apegó mucho a mi y lo empujé- Joder, Kirk, quiero ayudarte.

- Puedo hacer el trabajo yo solo, este mismo lo hice el año pasado, tú diviértete con tu celular si quieres.

- Ah... pero, yo... -sonrió- Bueno.

Que idiota, me pregunto que pastillas tomará y que tan mala es la marca para recomendarle una mejor.

"Kirk, ¿por qué eres tan malo con ese chico? Él sufre muchísimo igual que tú, ahora él es el centro de las burlas, sin embargo, él hace lo posible por mantener la enorme sonrisa en su rostro. ¿No deberías aprender un poco de él?"

-Joder, ¡cállate! -lancé lejos el lápiz, Lars me miró impresionado.

- Yo... yo no dije nada... -murmuró, guardando el móvil en su bolsillo.

- Uh... lo sé, lo sé... -me levanté, incómodo, de mi asiento para recoger el lápiz.

Y no faltó el graciosillo que se le ocurre imitar el sonido de un pedo justo cuando me agacho, haciendo que varios se maten de risa.

- Joder... -susurré.

Tomé el lápiz y me fui a sentar con el poco orgullo que me quedaba.

- Disculpa... -Lars se tapó la boca y seguía riendo, yo rodé los ojos-no quise reírme, es que...

- Ok, entiendo, tú sigue jugando con tu celular o qué sé yo. Déjame hacer el trabajo.

- Uh... bueno...

Oía risas, ¿se reirían de mi? Dios mío, no podía concentrarme bien. L estaba hablándome también, y no eran cosas buenas, decían cosas que me perturbaban. Su voz era tan extraña, era como la mía, sólo que era más grave. Me regañaba en ocasiones, otras me felicitaba.

Mis manos temblaban, no sabía que hacer, rogaba por favor que se callara, no quería que me vieran hablando conmigo mismo. Temía que se burlaran de mi.

¿Cómo le haces entrar en razón a estos idiotas que hablas con un ser imaginario?

"Eres tan infantil, ¿tan viejo y con amigos imaginarios?" Oí que dijeron, era una voz femenina, miré a todas partes. La voz había salido de mi cabeza, joder...

The Dream is my Reality (Metallica, KLARS)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora