The Dream is my Reality (Metallica, KLARS)

Capítulo 15: PARTE 1 All of my Love.

Nota: Quiero pedir unas enormes disculpas por el retraso del capítulo.

Lo tenía escrito de hace tiempo, no obstante, una jodida tormenta arrasó con mi suministro eléctrico por horas y además tampoco tenía internet ni nada de eso. Para rematar... Wattpad me ha bloqueado el capítulo por el alto morbo de éste, así que... lo iré subiendo por partes, disculpen las molestias.

-----

Por fin llegó el día.

Me costó dormir las últimas dos noches por varias razones. Las que más destacaban eran la extrema emoción, los nervios, cefaleas y porque L no dejaba sus mierdas. Me insultaba por todo, ya no era tan amable y comprensible conmigo, yo no lo entendía. Él no quería aceptar mi amor a Lars y eso no me gustaba para nada, ¡tanto que me apoyó y ahora no me tolera! En ocasiones eso me daba rabia.

Mis ojeras bien pronunciadas estaban, no obstante, eso no evitaría que yo me quedaría con Lars todo un fin de semana en su casa. Preparé bien mi mochila con ropa y otras cosas. Mi madre me dio dinero en caso de que quiera comprarme algo de comer o qué sé yo. De ahí me vestí lo más "arreglado" posible, con eso me refiero a peinarme bien y mantener una higiene muy perfecta.

No me tardé mucho en arribar a casa de Lars, toqué el timbre y me fue a abrir su madre. De inmediato, sentí un montón de revoltijos en mi estómago jodiendo. La saludé y dijo que pasara no más, que Lars venía de inmediato.

Me eché una última mirada en el vidrio de la ventana para asegurarme de que mi cabello estaba ordenado y olí disimuladamente mis axilas para cerciorarme de que sigo oliendo bien después de sudar por tantos nervios.

- ¡Kiirk! -gritó Lars mientras bajaba las escaleras, luego corrió hacia mi para darme un abrazo- ¡Que bien que ya llegaste! -me apretujó y luego me soltó- Vamos a mi habitación, ¿sí? -asentí, emocionado.

Fuimos hasta su habitación y él la cerró de un portazo que me hizo dar un salto de impresión.

- Tú sabes muy bien lo que me debes... -dijo en un tono de voz juguetón, yo asentí mientras mis mejillas se sonrojaban.

- Um... sí, si sé... -murmuré, los revoltijos en mi estómago aumentaron con eso.

- Pero aún no -suspiré en alivio-. Nos queda mucho día, mucha noche y todo el día de mañana para divertirnos, así que...

- ¿Sí...?

- Podemos hacer otras cosas para divertirnos por mientras -señaló su consola playstation 3.

- Ah, claro, claro... -sonreí, incómodo.

Encendimos la consola para empezar a jugar algún juego de pelea multijugador. Estuvimos un par de horas así, riendo también a carcajadas, todo iba muy bien, de hecho, desde que puse pie en esta casa no he presentado ningún episodio alucinógeno.

Mi estómago se revolvía todavía y no me importaba tanto, ahora era una sensación gratificante.

Hasta que...