Capítulo 25: Suicide is the alternative.

484 66 18
                                    

Por fin trascurrieron los tres meses, hoy era el última día mío de vacaciones. Y conmigo... dios mío, ¿me creerían que sólo me he bañado una vez al mes? Es que... no siento la necesidad de querer hacerlo, yo siento que huelo bien ni tampoco veo suciedad en mi.

Comer... juro que me muero de hambre a cada rato, por eso, me he hecho un "engañito" cada noche, ya saben, devorar como cerdo un sandwich en la noche y no comer nada hasta la próxima noche a escondidas. Sobreviviendo a base de tres litros de agua al día. Por fin dejé de subir tanto de peso, quedé en 85 kg de manera definitiva, sigo viendo mis costillas en el espejo de todas formas, estoy seguro que es el efecto secundario del tabaco, porque consumo una cajetilla cada dos días.

Me las he dado de Hamlet todo el rato, debatiendo si vivo o no, a final de cuentas, siempre quedo a medias. Todo cortado y mordido, con las intensas ganas de perecer y nunca lo logro, ya sea porque me interrumpen -fantasmas o mi madre- o porque yo me arrepiento casi a última hora.

- ¡Kirk, ven!

No dije nada, no estaba seguro si mi madre era quién me llamaba, hay tantos fantasmas cerca de mi que hay voces muy similares a la de mi madre.

- ¡Kirk, te estoy llamando!

¿Era o no era? No sé, tengo miedo que sea una sombra que me llame para arrastrarme a la cuarta dimensión, me olía muy mal aquel constante llamado.

Al cabo de unos minutos, la puerta de mi habitación se abrió de golpe, era mi madre, furiosa.

- Joder, Kirk, te estoy llamando, ¿qué no me escuchas? -negué, asustado. Ella suspiró- Quiero hablar contigo de algo importante.

- Um, claro... -dejé de observarla a ella cuando vi un par de sombras extrañas moverse por las paredes, di un salto en impresión, me eché para atrás, deseando que no me atacaran a mi ni a mi madre.

- Primero que todo, ¿haz tenido problemas en la escuela? ¿Algún chico en específico te está molestando?

Tragué saliva con nerviosismo.

"Dile que no."

"Dile que sí."

"Dile que no."

"Dile que sí."

Decían varias voces al mismo tiempo, yo no sabía qué hacer.

- Hijo...

- S..hmmn -vaya, eso fue un dialecto bastante digno de un retrasado mental.

- Vamos, yo soy tu madre, estoy en derecho a saber qué es lo que te pasa.

- No... -susurré, para que ella esté más tranquila.

- ¿En serio? -asentí y ella suspiró en alivio- ¿Y porqué dejaste de cenar, hijo mío? ¿Por qué ya no te bañas? Creo que eso último es más flojera, pero... ¿comer? ¿Por qué? Hijito, te he oído llorar por las noches, sé que algo te pasa. Vamos, puedes contármelo, no te voy a juzgar por nada del mundo.

- Pues, eh...

"Dile."

"No."

"Sí."

"¡Maricón!"

"¡Actúa como hombre!"

- N-no lo sé...

- Kirk, ¿puedes decirme qué ocurrió contigo? Siempre he visto una actitud extraña en ti... -me eché más para atrás, las sombras estaban atrás de mi madre, mi corazón estaba muy acelerado porque no quería que le hicieran daño- Ahora eso empeoró, quiero ayudarte.

The Dream is my Reality (Metallica, KLARS)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora